Borussia Dortmund: el atolladero de Klopp

A diferencia de años anteriores,
Klopp no ha podido sonreir con tranquilidad
en este arranque de temporada.
(Foto: theguardian.com)
Gabriel García Galano (estudiante de Periodismo)

El curso que van tomando las acciones de la Bundesliga luego de su cuarta fecha deja algunas dudas sobre uno de los conjuntos favoritos para alzar el título, que nuevamente está en horas bajas. Y es que solo seis puntos de doce en cuatro presentaciones no constituyen una buena actuación para un club de la talla del Borussia Dortmund.



Los inquilinos del Signal Iduna Park ocupan en este momento el octavo puesto de la clasificación, a solo dos de la punta, pero con un gol average que no les ayuda demasiado para tener al menos en este momento un puesto europeo.

Con la victoria a domicilio sobre el Arsenal en la primera fecha de Champions, se esperaba que los borrusers se estabilizaran, luego de dos victorias a hilo tras superar el porrazo inicial que les propinara el Bayern  Leverkusen. La nueva derrota, esta vez frente al Mainz 05, vuelve a sacar a flote los fantasmas de 2013-14, cuando llegaron incluso a caer al cuarto escaño.

El problema es que la historia parece repetirse. Las lesiones han aparecido desde el mismo inicio de campaña y han privado al cuadro de Klopp de una defensa estable, viéndose obligados a improvisar ante la ausencia de Matt Hummels y la intermitencia de Marcel Schmelzer, Neven Subotic y Kevin Groβkreutz.

Al mismo tiempo, la media cancha clama el regreso de Nuri Sahin, quien tampoco ha podido participar en un solo partido de liga y se siente sobremanera el hueco que deja igualmente la lesión que sufriera Marco Reus en el primer partido de la eliminatoria europea frente a Escocia.

Esto, unido a la relativa inoperancia de Henrikh Mkhitaryan y a que Ciro Immobile no acaba de carburar en la delantera, les deja dependiendo de lo que pueda hacer única y exclusivamente Pierre Emerick Aubameyang, que con su velocidad logra hacer estragos mas, no concreta en muchas ocasiones. Además, sabido es que un solo hombre no hace la diferencia; detalle que se une al escaso potencial que ha exhibido el colombiano Adrián Ramos, llamado junto a Immobile a hacer olvidar a Robert Lewandowski.

De esta manera, Klopp ha tenido que improvisar desde el mismo arranque de temporada con figuras que pese a probarse su calidad el año pasado, aún no están a la altura de darle al cuadro de Dortmund sus mejores resultados. ¿Qué se podrá esperar del Borussia entonces?

Para nada se está descartando a los dueños del Signal Iduna Park de las aspiraciones que puedan tener en este ciclo. Siguen siendo un equipo capaz y muy luchador en pos de sus objetivos. Pero lo cierto es que si no logran recuperar a sus principales jugadores en tiempo, nada bueno se puede presagiar para una campaña que, vuelvo a decir, apenas empieza. Aún quedan 34 fechas por delante y no sería la primera vez que un equipo remonte la liga en Alemania.

No obstante, el Dortmund y Klopp se enfrentan a un dolor de cabeza mayor: la salida de sus máximos exponentes a otros clubes, y el poco brillo de muchos de los fichajes que llegan a reemplazarles. Pero eso será tema de otro comentario.


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