Los niños también homenajearon a los periodistas



Ronal Escobar interpretó la poesía Mi bandera.
Fotos: Teresa Valenzuela

Autora: Teresa Valenzuela

Un derroche de ternura y amor devino el homenaje que ofrecieron a los periodistas de la Habana del Este los niños y maestros del círculo infantil especial Año Internacional de la Mujer al que asisten 36 alumnos sordos e hipoacúsicos y con retraso de diferentes áreas del desarrollo.

La atención personalizada y el amor de estudiantes y educadoras propician la maravilla del aprendizaje enriquecedor, que a la vuelta de unos años logrará la inserción provechosa en la sociedad, así como un total autovalidismo de los pequeños.

Se encargan de la atención de los niños maestras terapeutas graduadas de la Educación Especial, especialistas de educación auditiva, terapia musical, logopeda, psicopedagogas y una subdirectora especialista en sordos, todos de alto nivel profesional.

Mediante la lengua de señas, un grupo de cuarto año de vida inició el agasajo  cantando el himno nacional, entre ellos, dos con implante coclear, un medio auditivo altamente costoso en cualquier país del primer mundo que eleva su calidad de vida y en Cuba lo reciben de forma  gratuita. A continuación les entregaron a los visitantes flores, besos y abrazos.

Más tarde desarrollaron un dramatizado sobre la actividad del periodista. El alumno de cinco años de edad Ronal Escobar declamó en la lengua de señas la poesía a JoséMartí: Mi bandera:

“Tres listas azules y dos listas blancas, un triángulo rojo, la estrella de plata, así es mi bandera de Cuba mi Patria, a ella la quiero con toda mi alma”.

Keily Rangel hizo una breve explicación sobre el significado del 14 de marzo, y la coincidencia de ser el día que vio la luz por primera vez el periódico Patria, creado por José Martí.

No obstante, carecer del sentido de la audición la maestra Masiel Expósito declamó con emoción la poesía que el Apóstol le escribiera a las personas sordas: “No sientas que te falta el don de hablar que te arrebata el cielo. No necesita tu belleza esmalte, ni tu alma para más extenso vuelo. No mires niña mía en tu mutismo fuente de dolor”.

Y continuaba el más universal de los cubanos: “Ni llores las palabras que te digan, ni las palabras que te falten llores. Si brillan en tu faz tan dulces ojos que el alma enamorada se en ellos. No los nublen jamás tristes enojos, que todas las palabras de mis labios, no son una mirada de tus ojos”.

Sin dudas el homenaje recibido este año por los periodistas de la Habana del Este en el círculo especial Año Internacional de la Mujer, fundado el primero de septiembre de 1975 fue el mejor de todos, así lo validó el pequeño Ronal Escobar cuando en un susurro les dijo a todos: te amo, mientras los abrazaba.

Los periodistas recibieron el cariño de los niños del círculo infantil Año Internacional de la Mujer, de Alamar.



Las educadoras también se sumaron al homenaje.

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