La Habana continúa siendo raíz, faro y corazón de Cuba

Por: Liliam López Cruz 

Este 16 de noviembre, la capital de todos los cubanos celebró los 506 años de fundada, desde aquel acto simbólico junto a la ceiba que marcó el nacimiento de una ciudad destinada a ser faro del Caribe. 

La Habana llegó a esta fecha con una mezcla de luces y sombras: por un lado, la riqueza de su patrimonio, la vitalidad de sus barrios y la fuerza de su gente; por otro, los desafíos de la conservación y las heridas visibles en su arquitectura.

La Oficina del Historiador de la Ciudad desplegadó un programa cultural diverso que abarcó música, teatro, artes visuales y encuentros comunitarios.

El Centro Histórico se convirtió en escenario multicultural con semanas dedicadas a Bélgica, Japón e Italia, mientras que instituciones locales organizaron talleres y tertulias para todas las edades. 

En cada actividad se recuerdó el legado de Eusebio Leal Spengler, artífice de la restauración habanera, y se enlazó con el centenario del natalicio de Fidel Castro Ruz, inspiración de la obra conservadora. 

Sin embargo, la conmemoración también puso a relieve la necesidad de cuidar la Ciudad Maravilla, para que sus calles continúen narrando epopeyas, sus plazas guardan memorias, y su gente, con dignidad y creatividad, mantengan viva la esencia de una urbe que no se rinde 506 años después.

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