Foto: Iron Cuba. 
Por: Tony Díaz
Los pioneros del fisicoculturismo cubano surgieron en gimnasios improvisados, muchos de ellos en patios y garajes. 
Con el tiempo, el fisicoculturismo ganó espacio en instituciones deportivas y centros de alto rendimiento. El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) comenzó a apoyar.
En La Habana, el desarrollo ha sido notable, con gimnasios como el “Gym Habana” y el “Iron Club” que han formado atletas reconocidos. Estos espacios han servido de plataforma para competencias nacionales y exhibiciones abiertas al público.
El progreso técnico ha sido evidente: hoy se emplean rutinas científicas, asesoría nutricional y entrenadores certificados.
Además del aspecto competitivo, el fisicoculturismo ha ganado valor como herramienta de salud y autoestima. En barrios como Centro Habana y El Vedado, se organizan talleres comunitarios que promueven la actividad física entre jóvenes y adultos.
Este día sirve para reconocer el esfuerzo de quienes moldean su cuerpo con disciplina y constancia.
El fisicoculturismo cubano, desde sus raíces humildes hasta su presencia en escenarios globales, sigue creciendo con músculo mientras honra a pioneros de la modalidad atlética moderna como el italiano Angelo Siciliano, quien tras emigrar a Estados Unidos en 1921 adoptó el nombre artístico de Charles Atlas y ganó el título de “El hombre de complexión más perfecta del mundo”.
 
Con el tiempo, el fisicoculturismo ganó espacio en instituciones deportivas y centros de alto rendimiento. El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) comenzó a apoyar.
En La Habana, el desarrollo ha sido notable, con gimnasios como el “Gym Habana” y el “Iron Club” que han formado atletas reconocidos. Estos espacios han servido de plataforma para competencias nacionales y exhibiciones abiertas al público.
El progreso técnico ha sido evidente: hoy se emplean rutinas científicas, asesoría nutricional y entrenadores certificados.
Además del aspecto competitivo, el fisicoculturismo ha ganado valor como herramienta de salud y autoestima. En barrios como Centro Habana y El Vedado, se organizan talleres comunitarios que promueven la actividad física entre jóvenes y adultos.
Este día sirve para reconocer el esfuerzo de quienes moldean su cuerpo con disciplina y constancia.
El fisicoculturismo cubano, desde sus raíces humildes hasta su presencia en escenarios globales, sigue creciendo con músculo mientras honra a pioneros de la modalidad atlética moderna como el italiano Angelo Siciliano, quien tras emigrar a Estados Unidos en 1921 adoptó el nombre artístico de Charles Atlas y ganó el título de “El hombre de complexión más perfecta del mundo”.
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