Martín Dihigo constituye un ícono del béisbol latinoamericano. Foto: enviada por el autor. |
Por: Tony Díaz
El 16 de septiembre de 1937 el cubano Martín Dihigo escribió historia en el béisbol latinoamericano. Con el uniforme del Veracruz, lanzó el primer juego sin hit ni carrera hace 88 años en la Liga Mexicana. Veracruz fue testigo de la leyenda cubana.
Dihigo silenció los bates del Nogales con una actuación impecable, imponiéndose cuatro carreras por cero. Su dominio absoluto marcó un antes y un después en el torneo profesional azteca.
La hazaña del "Maestro" trascendió fronteras y consolidó su legado como uno de los peloteros más completos. Su versatilidad como lanzador, bateador y defensor lo convirtió en ícono continental.
Este logro se suma a una carrera brillante que incluyó actuaciones en ligas de Cuba, Estados Unidos (EE.UU.), México y Venezuela.
Martín Dihigo, ícono del béisbol latinoamericano, ha sido exaltado al Salón de la Fama del Béisbol de la Isla, al Profesional de México y al de EE.UU. en Cooperstown.
Tambien está en el de República Dominicana, Venezuela, en el Mundial con sede en Canadá y en el Museo de la Herencia Hispana en San Francisco, EE.UU., convirtiéndose en el único pelotero reconocido en todos estos prestigiosos recintos.
Su proeza sigue inspirando a generaciones de atletas cubanos. Cada 16 de septiembre se recuerda con orgullo aquel juego perfecto que desafió el tiempo.
Martín Dihigo no solo fue un símbolo del béisbol, sino también del talento y la dignidad del deportista cubano. Su nombre permanece como estandarte de excelencia y entrega.
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