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Fidel Castro durante la clausura del VII Festival de Nuevo Cine Latinoamericano, en diciembre de 1985. Foto: Centro Fidel Castro |
Por: Leonel José Pérez Peña
La relación entre Fidel Castro y la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL) fue fundamental para el desarrollo cinematográfico de la región, marcada por una visión estratégica de integración cultural y resistencia política.
Así trascendió en el coloquio titulado “Fidel en perspectiva latinoamericana” desarrollado este miércoles 13 de agosto en ocasión del cumpleaños 99 del líder de la Revolución Cubana, celebrado en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano con la asistencia de prestigiosos intelectuales cubanos.
Los panelistas de este coloquio fueron el Dr. en ciencias Históricas de la Universidad “Enrique José Varona” Felipe Pérez Cruz, Waldo Ramírez conocido por su impronta en la Televisión Cubana y el proyecto Televisión Serrana, y Alquimia Peña Cedeño, directora desde sus inicios de la FNCL.
Ramón Leonardo Cabrera Figueredo, organizador de El Coloquio, ofrece a la emisora COCO-CMCK El Periódico del Aire, sus criterios de los resultados de esta actividad cuyo protagonista fue el comandante en 99 cumpleaños. En este audio puede escuchar sus valoraciones:
Entre temas se abordó el significado simbólico del FNCL, fundado en 1985, por Fidel Castro y Gabriel García Márquez, con el objetivo de unificar y fortalecer el cine latinoamericano frente a la hegemonía cultural de Hollywood. García Márquez definió a Fidel Castro como "el cineasta menos conocido del mundo" por su papel detrás de escena.
Esta idea se concreta en un contexto político-cultural en que La FNCL surgió como parte de un proyecto mayor que incluía el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (creado en 1979) y la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV, fundada en 1986). Estos espacios buscaban fomentar una identidad cinematográfica regional autónoma.
El comandante defendió que el cine era una "gran batalla por la identidad, liberación e independencia" de América Latina. En su discurso de clausura del VII Festival en 1985, afirmó: "Si no sobrevivimos culturalmente, tampoco sobreviviremos económica ni políticamente".
En virtud a esta afirmación. El Comandante en Jefe, durante la crisis económica de los 90, gestionó y garantizó recursos para sostener el Festival de Cine Latinoamericano, evitando su colapso. En ese sentido, Gabriel García Márquez, lo definió como “arquitecto invisible” del cine latinoamericano, usando la FNCL como eje para una “batalla cultural contra hegemónica”.
Su legado perdura en instituciones que aún forman cineastas bajo la filosofía de "aprender haciendo", aunque su papel también reflejó contradicciones propias de un líder político que veía el arte como campo de lucha. Ese “Quijote” el Gabo lo sintetizó "Fue el cineasta menos conocido (...) porque su obra fue hacer posible el cine de otros".