Foto: JIT.
Por: José Ignacio Machín
El joven forzudo es uno de los principales talentos de Cuba, y quizás el mejor pesista del continente en su categoría. Prueba de ello fue en marzo, cuando conquistó tres medallas en el Campeonato Panamericano Juvenil, en La Habana. En la división de 79 kg, realizó 140 kilos en arranque, y 170 en envión, para un global de 310 kg.
Para conocer un poco más acerca de su carrera y sus aspiraciones como atleta, conversamos en este espacio.
¿Cómo llegaste al levantamiento de pesas? ¿Practicaste otro deporte?
Estuve en muchos deportes. Empecé el levantamiento de pesas en sexto grado. Al inicio no me interesó mucho. Pero mis amigos me embullaron, hasta que le cogí el gusto. El tiempo pasó, y amo lo que hago.
Mis profesores siempre se empeñaron conmigo, y me dieron la oportunidad de competir. Gracias a ellos, cuando estudiaba en la secundaria, me subieron a la EIDE.
¿A qué crees que se ha debido tu progresión como atleta?
Al interés, así como el amor y la dedicación a las cosas que hago. Es una filosofía que he adquirido gracias a todos mis entrenadores, y ahora a Gabriel Esquivel.
Eres uno de los mejores en el continente, dentro de tu categoría. ¿Sientes presión por ello?
Me siento contento con todos mis resultados, aunque no conforme, pues deseo más. Sí, estoy algo presionado por la competencia, pues no sé lo que pueda pasar allí y evito confiarme.
¿Cómo manejas ese sentimiento?
Trabajando, y superándome cada día en el entrenamiento. De esta forma las cosas, luego saldrán bien.
¿Crees que puedas lograr esa medalla de oro en Asunción?
Sí, confío en mi trabajo, y mi esfuerzo. Mi preparación ha marchado muy bien. He tenido la fortuna de no lesionarme.
Debo mejorar en algunas cuestiones técnicas. En el clasificatorio panamericano cometí un error en el envión. Al hacer la tijera, no hice un buen gesto. Busco que no se repita en esta ocasión; para ello hago mucho este ejercicio y otros de fuerza.
¿Qué avizoras en tu futuro?
Confío en que voy a crecer. En unos años me veo como medallista centroamericano, o panamericano de mayores. De clasificarme para Lima empezaré enseguida con la preparación para lograr ese sueño. Soy joven, pero aspiro a grandes resultados.
Para conocer un poco más acerca de su carrera y sus aspiraciones como atleta, conversamos en este espacio.
¿Cómo llegaste al levantamiento de pesas? ¿Practicaste otro deporte?
Estuve en muchos deportes. Empecé el levantamiento de pesas en sexto grado. Al inicio no me interesó mucho. Pero mis amigos me embullaron, hasta que le cogí el gusto. El tiempo pasó, y amo lo que hago.
Mis profesores siempre se empeñaron conmigo, y me dieron la oportunidad de competir. Gracias a ellos, cuando estudiaba en la secundaria, me subieron a la EIDE.
¿A qué crees que se ha debido tu progresión como atleta?
Al interés, así como el amor y la dedicación a las cosas que hago. Es una filosofía que he adquirido gracias a todos mis entrenadores, y ahora a Gabriel Esquivel.
Eres uno de los mejores en el continente, dentro de tu categoría. ¿Sientes presión por ello?
Me siento contento con todos mis resultados, aunque no conforme, pues deseo más. Sí, estoy algo presionado por la competencia, pues no sé lo que pueda pasar allí y evito confiarme.
¿Cómo manejas ese sentimiento?
Trabajando, y superándome cada día en el entrenamiento. De esta forma las cosas, luego saldrán bien.
¿Crees que puedas lograr esa medalla de oro en Asunción?
Sí, confío en mi trabajo, y mi esfuerzo. Mi preparación ha marchado muy bien. He tenido la fortuna de no lesionarme.
Debo mejorar en algunas cuestiones técnicas. En el clasificatorio panamericano cometí un error en el envión. Al hacer la tijera, no hice un buen gesto. Busco que no se repita en esta ocasión; para ello hago mucho este ejercicio y otros de fuerza.
¿Qué avizoras en tu futuro?
Confío en que voy a crecer. En unos años me veo como medallista centroamericano, o panamericano de mayores. De clasificarme para Lima empezaré enseguida con la preparación para lograr ese sueño. Soy joven, pero aspiro a grandes resultados.
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