Momento del concierto de Raúl Paz en el teatro Karl Marx, de La Habana. Foto: Oilda Mon. |
Por: Lissette Martin López
No fue más de lo mismo, sino lo que sabíamos de antemano, siempre que se trata de alguien como Raúl Paz, empecinado en tocarnos el alma, desnudarnos los recuerdos más íntimos y recetearnos el corazón para que solo quepan la bondad, los aciertos, las buenas energías.
Desde la poética de sus letras íntimas, magnéticas y una sonoridad inconfundible, nos convidó a ser protagonistas de una noche mágica.
Ante un teatro Karl Marx repleto de nacionales y extranjeros desbordando felicidad, el cantautor presentó el pasado sábado Guajiro Chic, la más reciente producción discográfica que nos llega tras seis años de su última aparición en ese escenario, donde compartió las 11 composiciones del álbum, salido al mercado el 28 de febrero de este año y que se lanzó en París el 18 de marzo.
En Guajiro Chic el cantautor cubano defiende sus raíces desde lo contemporáneo. Foto: Oilda Mon. |
Quince discos le anteceden, pero a juicio del compositor, éste marca una nueva era por que ha podido perfilar mejor ese concepto de defender lo contemporáneo desde las raíces.
Fue un concierto de lujo con la ejecución del talentoso pianista Pity Cabrera, la presencia del dúo franco cubano Somos Naí y de la cantante invitada Alibesh, así como del baterista francés Nicolás Dacunha, para quien hubo un momento especial: fue sorprendido, cake incluído, cuando los presentes en el teatro le cantaron felicidades por ser su cumpleaños.
La hermosa y bien diseñada producción escenográfica a cargo del propio Raúl Paz y Alejandro Dopico, se completó con los coloridos gallos en cada esquina de Yan Mora Milán y su proyecto Revolución, que contribuyó a remarcar la intención del cantautor, natural de la provincia de Pinar del Río, de remontarnos a sus esencias más raigales.
En el concierto el público coreó a viva voz sus composiciones más conocidas, así como festejó su cumpleaños. Foto: Oilda Mon. |
Días atrás, cuando anunciaba la presentación en Cuba, decía que era "sumamente importante y obligatoria". Y el público le reciprocó de la manera que mejor sabe hacerlo: coreando a viva voz sus composiciones más conocidas y recibiendo con cálidos aplausos las nuevas entregas.
Habían transcurrido casi dos horas de buena música, donde no faltaron sus habituales intercambios con él. Cuando parecía finalizar, el público le pedía que cantara más y le complació con otros de sus éxitos.
Así se llenó de magia este sábado habanero, en un concierto que marcó el deseo de reencontrarnos con el artista y ese hacer tan suyo, tan de todos.
Gracias, Raúl, ¡por tanta Paz!
Alibesh (a la izquierda) y la cantante Anahi, entre los invitados que dieron lucimiento al concierto. Foto: Oilda Mon. |
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