La Habana en la historia este 7 de marzo

Julián del Casal. Foto tomada del sitio web Cubaperiodistas.

Por: Redacción Digital

Para demostrar su vitalidad, La Habana, como una de las 15 provincias de Cuba, cuenta con historias, anécdotas, hechos y procesos que no se detienen.

En fecha como esta, pero en diversos años, en la Ciudad Maravilla tuvieron lugar acontecimientos que marcan su devenir y resultan de gran interés para los usuarios que visitan nuestro blog institucional.

Por ejemplo, en 1863, nace el intelectual, poeta y periodista Julián del Casal, quien fue una de las grandes voces de la poesía cubana del siglo XIX.

Según la enciclopedia EcuRed, considerado como el "poeta infortunado", Casal fue uno de los iniciadores del modernismo hispanoamericano, de conjunto con Manuel Gutiérrez Nájera y José Asunción Silva. 

Su obra estuvo influenciada por la literatura francesa finisecular, así como fue fiel colaborador de importantes publicaciones de la nación caribeña y extranjeras.

Fue también el periodista y esa faceta de su quehacer le permitió calar hondo en la vida de su época. 

Bajo el título La sociedad de La Habana, dio a conocer en la revista La Habana Elegante una serie de crónicas y cuya primera entrega, dedicada al general Sabas Marín y su familia, ocasionó el secuestro, por parte del Gobierno, del número en que se publicó, además de la cesantía del autor del cargo de escribiente que ocupaba en la Intendencia General de Hacienda y en la Junta de la Deuda, empleo, desde luego, muy humilde y mal remunerado, pero que le resultaba casi imprescindible para vivir.

Igualmente, es importante mencionar la serie que llevaba el subtítulo de Ecos mundanos recogidos y publicados por el Conde de Camors -seudónimo escogido por el poeta para la ocasión-, la cual estaba dedicada a madame Juliette Lambert, escritora francesa muy admirada por el cubano. 

Casal pensó conformar un libro con las entregas que iría publicando La Habana Elegante, y de las cuales, en la propia revista, se anunciaron 16, pero solo cuatro vieron la luz, aunque una de ellas apareció en tres partes entre el 25 de marzo y el 24 de junio de 1888.

Sobre él, el también poeta y Apóstol de la independencia de Cuba, José Julián Martí Pérez, expresó en un artículo en el periódico Patria en 1893:

"Por toda nuestra América era Julián del Casal muy conocido y amado, y ya se oirán los elogios y las tristezas. Es como una familia en América esta generación literaria, que principió por el rebusco imitado, y está ya en la elegancia suelta y concisa, y en la expresión artística y sincera, breve y tallada, del sentimiento personal y del juicio criollo y directo. El verso, para estos trabajadores, ha de ir sonando y volando. El verso, hijo de la emoción, ha de ser fino y profundo, como una nota de arpa. No se ha de decir lo raro, sino el instante raro de emoción noble y graciosa. Y ese verso, con aplauso y cariño de los americanos, era el que trabajaba Julián del Casal".

En 1935, inicia una de las luchas obreras más violentas que recuerda la historia de la mayor de las Antillas, dirigida por el Sindicato de los Telefónicos contra ese monopolio y de la acción de los obreros tranviarios. 

Fuerzas del ejército allanaron la Universidad de La Habana en horas de la madrugada y efectuaron registros en los locales de la casa de altos estudios. 

En general, este movimiento huelguístico fue ahogado en sangre por el jefe del Ejército, Fulgencio Batista, y su incondicional y testaferro José Eleuterio Pedraza.

De izquierda a derecha: Raúl Castro Ruz, Vilma Espín Guillois y Fidel Castro Ruz. Foto tomada del Portal del Ciudadano de La Habana.

En 1990, Fidel Castro Ruz clausura el V Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, efectuado en el Palacio de Convenciones.

Al referirse a la impresión que sentía al apreciar cómo se había desarrollado a través del tiempo el importante trabajo por la organización femenina expresó: 

"He participado en todos los congresos de la Federación y he podido valorar la diferencia entre cada uno de ellos; pero, sobre todo, en este he podido apreciar un enorme salto en muchas cosas: en la organización, en la profundidad de los análisis, en la claridad de las expresiones, en la elegancia de la palabra e incluso, en la calidad de los sentimientos y en el espíritu revolucionario".

De igual forma, en 1991, en presencia del Comandante en Jefe, es inaugurado el Palacio Central de la Computación.

El objetivo de esta institución ha sido brindar al pueblo la posibilidad de conocer y aplicar la computación como rama del saber muy necesaria para el desarrollo tecnológico e informático del país. 

Cuenta con especialistas que le brindan a los que asisten a la entidad valiosos conocimientos y experiencias.

Fuentes consultadas: Enciclopedia EcuRed, Portal del Ciudadano de La Habana y sitios web de la Agencia Cubana de Noticias, Cubaperiodistas y de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí

YER

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