Ramón Fonst, esgrimista cubano campeón olímpico. Foto: Centro Caribe Sports. |
Por: Víctor Joaquín Ortega
En algunos papeles se lee: Cuba ocupa el segundo lugar en el medallero de los III Juegos Olímpicos con cinco de oro, una de plata y tres de bronce, debido a sus esgrimistas, encabezados por Ramón Fonst. Hay quien le añade otros premios. No nos quedemos en la superficie de los hechos jamás. Vayamos a fondo.
En la tercera edición, Fonst agrega tres cetros a las dos preseas, una de oro y otra plata, conquistadas en 1900, al imponerse en espada y florete individuales y por equipos, este último no reconocido por todas las estadísticas. Los numeritos, como las llaman comúnmente, de aquellos inicios tienen tanta confusión como la misma etapa que intenta reflejar.
El insigne latinoamericano implanta al mismo tiempo récord para el planeta todavía sin superar: 24 asaltos sin ser tocado. En sable se titula su compatriota Manuel Dionisio Díaz, quien contó, en lo económico y lo espiritual, con el total apoyo del líder de su conjunto y abanderado de la delegación.
Albertson van Zo Post, descendiente de alemanes, de nacionalidad estadounidense y residente en La Habana, forma parte del seleccionado de la Mayor de las Antillas. Sus galardones individuales: plata en florete y bronce en espada pertenecen a Estados Unidos; el triunfo en vara no es aceptada legalmente. Cuba se queda en cuatro títulos y termina en cuarto puesto por naciones: De contra, hay autores que sitúan al estadounidense Charles Tatham (plata en espada y bronce en florete) en la representación encabezada por el primer as olímpico latinoamericano.
Toda esta multitud de errores estadísticos coloca falsamente a la Mayor de las Antillas en la clasificación extraoficial por naciones, en el tercero y hasta el segundo lugar al adjudicarle premios que no les pertenecen. En realidad, finalizó en el cuarto sitio por debajo de Estados Unidos (77-81-88), Alemania (4-4-5) y Canadá (4-1-1).
Aclaro: el llamado medallero es extraoficial porque dicha cuenta no es propia del objetivo de estos certámenes: nace del uso de lo competitivo alejado de la esencia de la justa y del deporte, entrelazado con el patrioterismo e incluso politiquerías diversas que gozan de tremendo empujón periodístico.
Aparte: no desconocemos la potencia y las victorias de Fonst, Díaz y del forro, mas hay que tener presente la inasistencia de las grandes potencias de la esgrima: Francia, Italia, Hungría, lo que facilitó la labor a los ocupantes del podio.
Varios textos reconocidos legitiman la distinción fundamental en el florete por equipos para Cuba. Por ejemplo, el libro de Infrostrada Sports entregado a la prensa durante Beijing 2008: Sports Facts & Figures Guide. For the media. Fonst, según esta obra, acumula de por vida 4-1-0 y reconoce a la mayor isla caribeña otra medalla dorada para un total de cuatro.
El insigne latinoamericano implanta al mismo tiempo récord para el planeta todavía sin superar: 24 asaltos sin ser tocado. En sable se titula su compatriota Manuel Dionisio Díaz, quien contó, en lo económico y lo espiritual, con el total apoyo del líder de su conjunto y abanderado de la delegación.
Albertson van Zo Post, descendiente de alemanes, de nacionalidad estadounidense y residente en La Habana, forma parte del seleccionado de la Mayor de las Antillas. Sus galardones individuales: plata en florete y bronce en espada pertenecen a Estados Unidos; el triunfo en vara no es aceptada legalmente. Cuba se queda en cuatro títulos y termina en cuarto puesto por naciones: De contra, hay autores que sitúan al estadounidense Charles Tatham (plata en espada y bronce en florete) en la representación encabezada por el primer as olímpico latinoamericano.
Toda esta multitud de errores estadísticos coloca falsamente a la Mayor de las Antillas en la clasificación extraoficial por naciones, en el tercero y hasta el segundo lugar al adjudicarle premios que no les pertenecen. En realidad, finalizó en el cuarto sitio por debajo de Estados Unidos (77-81-88), Alemania (4-4-5) y Canadá (4-1-1).
Aclaro: el llamado medallero es extraoficial porque dicha cuenta no es propia del objetivo de estos certámenes: nace del uso de lo competitivo alejado de la esencia de la justa y del deporte, entrelazado con el patrioterismo e incluso politiquerías diversas que gozan de tremendo empujón periodístico.
Aparte: no desconocemos la potencia y las victorias de Fonst, Díaz y del forro, mas hay que tener presente la inasistencia de las grandes potencias de la esgrima: Francia, Italia, Hungría, lo que facilitó la labor a los ocupantes del podio.
Varios textos reconocidos legitiman la distinción fundamental en el florete por equipos para Cuba. Por ejemplo, el libro de Infrostrada Sports entregado a la prensa durante Beijing 2008: Sports Facts & Figures Guide. For the media. Fonst, según esta obra, acumula de por vida 4-1-0 y reconoce a la mayor isla caribeña otra medalla dorada para un total de cuatro.
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