Foto: Trabajadores.cu.
Por: Redacción Digital
Las contrataciones en el extranjero de los lanzadores Raymond Figueredo, Remberto Barreto, Pavel Hernández y Juan Xavier Peñalver y del jugador de cuadro Jorge Enrique Alomá, más la pérdida a última hora del jardinero Yosvani Peñalver por problemas personales, dejarán un vacío en el conjunto Azul.
El aporte que puedan hacer a la escuadra de las letras góticas en las primeras semanas antes de partir a otras tierras será clave en las aspiraciones de clasificación, porque más allá de la calidad que puedan tener los nuevos ingresos o sus sustitutos, nadie tiene certeza de lo que pueda suceder.
Los que asumirán roles protagónicos en la lomita de los suspiros tienen las herramientas necesarias para imponerse en esta liga, pero los conocedores del béisbol saben que eso no es suficiente.
Factores psicológicos y subjetivos muchas veces inciden en el rendimiento de un atleta, sin contar las posibles lesiones, fatigas, falta de adaptación a un rol determinado u otros azares.
Sin embargo, es muy alentador para los aficionados capitalinos las recuperaciones físicas de Andy Vargas, Fher Cejas, José Ernesto Pérez y Carlos Manuel Cuesta, una caballería que está apta para mantener ondeando la bandera azul.
A eso hay que sumarle el buen accionar de Frank Herrera, las tremendas condiciones de Jonathan Cruz, y un año más de experiencia para Rafael Orlando Perdomo (Novato del Año de la pasada campaña) y otros jóvenes que destacaron en la Serie Provincial.
Por último, los felinos cuentan con serpentineros de la talla de Marcos Ortega y Yandi Molina, quienes en algún momento de sus carreras se tiraron el equipo al hombro y al parecer han espantado los demonios mentales que los atacaron en el montículo.
En los otros aspectos de juego Industriales no tiene que envidiarle a ningún rival, sobre todo por las nuevas adquisiciones que vienen a redondear la defensa y la ofensiva.
Un slugger como Yasmani Tomás capaz de conectar más de 30 cuadrangulares en una temporada de Grandes Ligas y un torpedero como Alfredo Rodríguez que jugó seis contiendas en Ligas Menores, son entradas de lujo.
A eso hay sumarle los “fichajes” de los matanceros Julio César González y Roberto Álvarez, hombres que pueden dejar su impronta con el uniforme del equipo más ganador en la historia de nuestros campeonatos domésticos.
El resto no necesita presentación ni tiene que demostrar nada. El liderazgo del capitán Yasiel Santoya y del experimentado Juan Carlos Torriente, Oscar Valdés detrás del plato y otros jugadores de altas prestaciones como Alberto Calderón y Ariel Hechevarría, forman una banda que puede doblegar contrarios.
No podemos conocer lo que sucederá después del lanzamiento de la primera bola porque el deporte —y más el béisbol— es impredecible, pero de lo que sí estamos completamente convencidos es que esos muchachos saldrán a pelear cada juego como si fuera el último de sus carreras. Nos vemos en el estadio.
Tomado de Tribuna de La Habana
El aporte que puedan hacer a la escuadra de las letras góticas en las primeras semanas antes de partir a otras tierras será clave en las aspiraciones de clasificación, porque más allá de la calidad que puedan tener los nuevos ingresos o sus sustitutos, nadie tiene certeza de lo que pueda suceder.
Los que asumirán roles protagónicos en la lomita de los suspiros tienen las herramientas necesarias para imponerse en esta liga, pero los conocedores del béisbol saben que eso no es suficiente.
Factores psicológicos y subjetivos muchas veces inciden en el rendimiento de un atleta, sin contar las posibles lesiones, fatigas, falta de adaptación a un rol determinado u otros azares.
Sin embargo, es muy alentador para los aficionados capitalinos las recuperaciones físicas de Andy Vargas, Fher Cejas, José Ernesto Pérez y Carlos Manuel Cuesta, una caballería que está apta para mantener ondeando la bandera azul.
A eso hay que sumarle el buen accionar de Frank Herrera, las tremendas condiciones de Jonathan Cruz, y un año más de experiencia para Rafael Orlando Perdomo (Novato del Año de la pasada campaña) y otros jóvenes que destacaron en la Serie Provincial.
Por último, los felinos cuentan con serpentineros de la talla de Marcos Ortega y Yandi Molina, quienes en algún momento de sus carreras se tiraron el equipo al hombro y al parecer han espantado los demonios mentales que los atacaron en el montículo.
En los otros aspectos de juego Industriales no tiene que envidiarle a ningún rival, sobre todo por las nuevas adquisiciones que vienen a redondear la defensa y la ofensiva.
Un slugger como Yasmani Tomás capaz de conectar más de 30 cuadrangulares en una temporada de Grandes Ligas y un torpedero como Alfredo Rodríguez que jugó seis contiendas en Ligas Menores, son entradas de lujo.
A eso hay sumarle los “fichajes” de los matanceros Julio César González y Roberto Álvarez, hombres que pueden dejar su impronta con el uniforme del equipo más ganador en la historia de nuestros campeonatos domésticos.
El resto no necesita presentación ni tiene que demostrar nada. El liderazgo del capitán Yasiel Santoya y del experimentado Juan Carlos Torriente, Oscar Valdés detrás del plato y otros jugadores de altas prestaciones como Alberto Calderón y Ariel Hechevarría, forman una banda que puede doblegar contrarios.
No podemos conocer lo que sucederá después del lanzamiento de la primera bola porque el deporte —y más el béisbol— es impredecible, pero de lo que sí estamos completamente convencidos es que esos muchachos saldrán a pelear cada juego como si fuera el último de sus carreras. Nos vemos en el estadio.
Tomado de Tribuna de La Habana
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