Foto tomada del sitio web de Radio Rebelde.
Por: Leonel José Pérez Peña
En El Cano, el alegre pueblo de los alfareros de Cuba, hay un juglar que le concede una novedad a esta localidad de La Habana, que el pasado 10 de septiembre cumplió 300 años. No es común que en pleno siglo XXI, un personaje de la Edad Media encuentre un seguidor.
Ángel Roble Revés, que es su nombre de pila, resulta frecuente en las principales calles y plazas de El Cano, con el de lograr vender los productos del agro que porta en su carretilla.
Con su cantar alegre llama a los transeúntes y logra su objetivo. Ahora los dejo un instante con este popular personaje. Su genialidad estriba en no repetir las fórmulas ya usadas por otros y crea su propio pregón, con la característica exclusiva para estos tiempos, de emplear la cuarteta y la redondilla, base esencial del punto cubano, declarado en el 2017 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Este hombre peculiar encontró un rasgo en las raíces de la identidad nacional, para incorporarlo a la solución de sus necesidades, haciendo uso inconsciente del valor que posee la cultura en todas las esferas de la vida.
¿Cómo Ángel Roble Revés llega a descubrir la misión, el misterio de salvar que posee la cultura? ¿Es una tradición familiar o simple influencia social? ¿Cómo logra este cantor popular crear su producción artística? ¿Es un proceso de memorización o de creación espontánea?
Los detalles en el siguiente audio:
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