Foto: Tomado del Facebook de Pasión Mundial. |
Por: Víctor Joaquín Ortega
El programa Pasión Mundial es manantial potente de la televisión cubana en lo deportivo y más allá. Golazo del canal Tele Rebelde. Entretiene educando —o educando entretiene— con un humor enlazador de cosas muy serias.
Atrae hasta a quienes no son seguidores del fútbol, y tiene qué decir: no es músculos sin huesos. Forja, hace reflexionar y alegra. Ya con recrear cumple con una función muy necesaria sobre todo en estos momentos tan complejos. Es fiesta dominical entre amigos. Pausa lógica que incrementa las fuerzas para enfrentar lo tenebroso de este planeta muy herido, laceraciones de las que no escapa país alguno.
El protagonista del espacio es Camilo Pérez Pérez, duplica el apellido pero no es un Pérez cualquiera. Desde su arribo a la profesión mostró condiciones. Posee talento, creatividad, carisma y es dedicado. Lo he visto crecer rápido y seguro sin atarse a las lides atléticas. Pese a amarlas y dominarlas, sabe que el andar por la especialidad no es realmente triunfal si se desconocen las otras trincheras, error muy común en funcionarios, instructores y la prensa de este sector.
Sus cómplices no se rezagan. Muy bien Gretel Romero, laboriosa, de profesionalidad en ascenso, y no solo brilla en el programa citado. Comunica, convence, sin caer en alharacas, cantos a ella misma, teques y el fatal “cubaneo”. Aún más hermosa por lo que dice en contenido y forma, es un río de agua fresca caudaloso. También agregan frescura y caudal, Arian Alejandro y Yoan Piedra —y otros que por allí pasan—, vanguardias de la sangre nueva que fortalece al deporte y sus cantores. Un vecino me regaló estas palabras acerca del dúo: “Esos muchachones saben de lo que hablan y lo sueltan sabroso, con polémicas y todo. Ahí sí hay…”.
El protagonista del espacio es Camilo Pérez Pérez, duplica el apellido pero no es un Pérez cualquiera. Desde su arribo a la profesión mostró condiciones. Posee talento, creatividad, carisma y es dedicado. Lo he visto crecer rápido y seguro sin atarse a las lides atléticas. Pese a amarlas y dominarlas, sabe que el andar por la especialidad no es realmente triunfal si se desconocen las otras trincheras, error muy común en funcionarios, instructores y la prensa de este sector.
Sus cómplices no se rezagan. Muy bien Gretel Romero, laboriosa, de profesionalidad en ascenso, y no solo brilla en el programa citado. Comunica, convence, sin caer en alharacas, cantos a ella misma, teques y el fatal “cubaneo”. Aún más hermosa por lo que dice en contenido y forma, es un río de agua fresca caudaloso. También agregan frescura y caudal, Arian Alejandro y Yoan Piedra —y otros que por allí pasan—, vanguardias de la sangre nueva que fortalece al deporte y sus cantores. Un vecino me regaló estas palabras acerca del dúo: “Esos muchachones saben de lo que hablan y lo sueltan sabroso, con polémicas y todo. Ahí sí hay…”.
Tomado del Facebook de Pasión Mundial. |
Pasión Mundial ha logrado unir dos partes integrantes de la cultura: la física y la artística de manera agradable, sin arrastrarlas por la cabellera, como nunca antes en nuestro periodismo, al ofrecer noticias y opiniones sobre el fútbol internacional preferentemente y, a la par, conversar con diversos artistas y pensadores autores de una obra contundente.
Y suman a jóvenes que han tomado el testigo para continuar la carrera gloriosa de la cultura que forma parte de la espada y el escudo de la nación. Se les muestra en su quehacer actual y con sus historias de vida que todos debemos conocer, ¡cómo nos robustecen!
El programa cumple con el sentir y la acción de Pierre de Coubertin con vista a esa alianza. Se refirió en este sentido en varias oportunidades y hasta organizó el certamen de Bellas Artes acompañante de las competencias deportivas, presente desde Estocolmo 1912 hasta Londres 1948, desaparecida por golpes de la incultura y el dogmatismo.
En 1923 había expresado Coubertin en una reunión del Comité Olímpico Internacional: “…las olimpiadas no tienen como única misión la de exaltar la sola potencia muscular. Por el contrario, han de ser también intelectuales y artísticas”.
Deseo larga vida al apasionado y apasionante programa. Además, me atrevo a proponerle a un futuro entrevistado: José Francisco Reinoso, el mejor portero del balompié cubano de todos los tiempos, periodista que labora en la actualidad como editor en Prensa Latina y es el presidente de la sección deportiva de la Unión de Historiadores de Cuba.
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