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| Foto tomada del sitio web de Radio Habana Cuba. |
Por: Abel Rosales Ginarte
Es difícil describir una noche de 1893 en Nueva York, Estados Unidos. No alcanzaban las luces para el gran encuentro que estaba por ocurrir entre dos grandes de la literatura en el continente, José Martí, cubano, y Rubén Darío, nicaragüense.
Martí visitó Centroamérica con más de 20 años y no coincidió con un niño que ya escribía versos. Darío descubrió la obra del antillano y creció admirándolo. Mayo de 1893 domina Nueva York.
El autor nicaragüense se hospeda en el Hotel América. La noticia de su presencia se esparce entre la comunidad hispana. "Fue el primero en visitarme un joven cubano, verboso y cordial, de tupidos cabellos negros, ojos vivos y penetrantes, y trato caballeroso y comunicativo. Se llamaba Gonzalo de Quesada, y es hoy ministro de Cuba en Berlín... me dijo que la colonia cubana me preparaba un banquete que se verificaría en casa del famoso restaurateur Martín, y que el Maestro deseaba verme cuanto antes".
Tales descripciones aparecen en el libro Los raros (Segunda edición aumentada y corregida), de Rubén Darío, impreso por la Casa Editorial Maucci. ¿Cómo accedió el gran poeta centroamericano a la obra martiana?
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| Portada del libro Los raros, de Rubén Darío. Foto: enviada por el autor. |
"Yo admiraba altamente el vigor general de aquel escritor único, a quien había conocido por aquellas formidables y líricas correspondencias que enviaba a diarios hispanoamericanos como La Opinión Nacional, de Caracas; El Partido Liberal, de México, y, sobre todo, La Nación, de Buenos Aires", explica Darío.
Aprendió a valorar la gran cultura del cubano, "(...) y, sobre todo, el espíritu de un alto y maravilloso poeta". Darío se ha visto a sí mismo en la poesía martiana, despojada de viejos cánones, entiende la inquietud renovadora que les asiste.
¿Qué fecha escogieron para ese gran encuentro? ¿Cómo describió Rubén Darío a José Martí? Volveremos sobre las memorias de ese gran encuentro.
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