Mario "Risita Quintero y la entrega al deporte

Foto: Jit.

Por: Víctor Joaquín Ortega

La alegría, los ojos vivaces de Mario “Risita” Quintero demuestran su felicidad. Apodo vencedor del nombre como la voluntad, el batallar, el amor cotidianos derrotaron su pequeña estatura y le permitieron desenvolverse triunfal sobre el tabloncillo.

Nacido el 10 de enero de 1924, después de su accionar en las lides nacionales nace internacionalmente para el baloncesto en los V Juegos Centroamericanos y del Caribe con sede en Barranquilla, en 1946, donde el equipo cubano termina en el segundo puesto. En la sexta edición, Guatemala 1950, logran el escalón de bronce.

Junto a Risita ocuparon la tercera posición José Llanusa, Fabio Ruiz, Casimiro García, Miguel Llaneras, Pedro, Chichi, Otero, Raúl García, Mario Agüero, Alfredo Faget, Francisco Lavernia, Federico López y Ramón Wilts. Todos integraron la selección cubana que contendió en los Juegos Olímpicos de Londres 1948. Allí llegaron a cuartos de final y finalizaron en el lugar 13 entre 23 conjuntos.

No pocos de ellos formaron parte del alza de las lides del músculo en el país después de 1959 y hasta desempeñaron importantes roles en el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder).

Risita brilló especialmente en el desarrollo del básquet en el país luego de la liberación, pues fue el entrenador de nuestro conjunto nacional en los Juegos Panamericanos de Chicago 1959. También, con posterioridad, forjó al de las muchachas.

Respetado árbitro internacional, Quintero actuó durante 25 años en ese rol y en mil 118 encuentros. Formó parte de la Delegación de la Dignidad, noqueadora de los obstáculos yanquis puestos contra la participación cubana en los Centrocaribes de San Juan 1966.

Mario Torres de Diego, creador del Equipo Nacional de Historia del Deporte, no olvida el trabajo tan serio de este Mario risueño en ese organismo organizado por el Inder, en 1975. Fue un hombre que primero había hecho historia y después luchaba por no dejarla morir e intentaba cultivarla sobre todo en el alma de las generaciones más jóvenes.

Lúcido, saludable para su edad, se mantenía activo cuando se revivió el citado equipo y lo pudimos escuchar y admirar en los Encuentros Nacionales de Historia de la esfera.

Único sobreviviente de los atletas cubanos participantes en Londres 1948, debieron invitarlo y llevarlo a Londres 2012, pero no ocurrió. Risita falleció en La Habana, el 26 de enero de 2017.

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