Foto: Revista Geomedica. |
Por: Ania González Rodríguez
A semejanza de Carlos J. Finlay y con su ejemplo imperecedero, los salubristas cubanos de hoy realizan el ejercicio incansable de su profesión, a fuerza de más entrega, creatividad y espíritu de lucha ante las carencias, enfrentando el bloqueo, las falacias y las componendas indecentes de los enemigos de la Revolución.
Los trabajadores de la salud de Cuba sufren como nadie el impacto brutal de ese bloqueo sobre sus pacientes, cuando este se ha extendido a hospitales, policlínicos y consultorios de los médicos de la familia, a la red de farmacias, y por consiguiente al impacto de la falta de medicamentos, insumos o materiales imprescindibles
No obstante, siempre la resistencia creativa y el amor puesto en la tarea han dado la batalla para seguir salvando vidas, para que la pesadumbre se transforme en sonrisas y seguridad.
Ni el más listo y poderoso de los odiadores podrá eclipsar la obra de salud de la Revolución Cubana, porque es tan inmensa y ha logrado tanto a favor de su pueblo, que hoy tiene motivos para celebrar y a ello se suman todos los que en el mundo agradecen su humanismo y solidaridad.
Llegue el abrazo y la admiración de su pueblo a los galenos, enfermeros, terapeutas, técnicos de la salud y el resto de todos y cada uno de los profesionales y trabajadores del sector salud, herederos de Carlos J. Finlay que hoy, a 190 años de su natalicio, aún sigue agigantándose con su obra y con él todos los que aquí realizan la cotidiana hazaña de salvar vidas.
No obstante, siempre la resistencia creativa y el amor puesto en la tarea han dado la batalla para seguir salvando vidas, para que la pesadumbre se transforme en sonrisas y seguridad.
Ni el más listo y poderoso de los odiadores podrá eclipsar la obra de salud de la Revolución Cubana, porque es tan inmensa y ha logrado tanto a favor de su pueblo, que hoy tiene motivos para celebrar y a ello se suman todos los que en el mundo agradecen su humanismo y solidaridad.
Llegue el abrazo y la admiración de su pueblo a los galenos, enfermeros, terapeutas, técnicos de la salud y el resto de todos y cada uno de los profesionales y trabajadores del sector salud, herederos de Carlos J. Finlay que hoy, a 190 años de su natalicio, aún sigue agigantándose con su obra y con él todos los que aquí realizan la cotidiana hazaña de salvar vidas.
Revisar
salud