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| María Elena Molinet. Foto: Juan C. Borjas/Portal Cubarte. |
Por: Abel Rosales Ginarte
La elegancia de María Elena Molinet contagiaba a su paso. La inolvidable diseñadora de vestuario y profesora se graduó de la Academia Interamericana de Dibujo Comercial en La Habana y de pintura y grabado en la Escuela Nacional de Artes Plásticas San Alejandro. Su versatilidad la convirtió en una de las imprescindibles de su especialidad en el teatro, el cine y la televisión.
Grandes directores teatrales cubanos como Vicente Revuelta, Roberto Blanco, Abelardo Estorino, entre otros, valoraron altamente su ingenio creativo. Clásicos como María Antonia, en 1967; Las tres hermanas, de 1972, y La discreta enamorada, de 1971, contaron con su entrega sin límite.
María Elena dijo adiós a su público el 6 de octubre de 2013. Tenía 94 años y una lista interminable de discípulos y admiradores. Su esmerada labor profesoral en la Escuela Nacional de Arte, la Universidad de La Habana, la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, así como el Instituto Superior de Diseño Industrial, le ganó el respeto de generaciones de cubanos.
Su arte se extendió al cine, donde coincidió con grandes directores de la Isla como Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Enrique Pineda Barnet, José Massip y Manuel Octavio Gómez. Trabajadora incansable, Molinet laboró en 18 filmes, entre los que debemos destacar Lucía, un clásico del séptimo arte latinoamericano, El siglo de las luces y Cecilia.
Los premios y reconocimientos demostraron el talento de una mujer irrepetible: la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier y los premios nacionales de Diseño, Enseñanza Artística y Teatro. La magia de María Elena Molinet es parte inseparable de lo mejor del arte cubano.
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