Foto: de la autora. |
Por: Ania González RodrÃguez
Supe que este martes Abel Prieto y Miguel Barnet estuvieron de visita en el hospital habanero que lleva el histórico nombre de 10 de Octubre. Me complació mucho conocer las impresiones de quien compartió y, tal vez, promovió ese encuentro, asegurándome que “fue fabuloso escucharlos, tenerlos cerca”.
Le comento entonces al doctor Jorge Miranda, director del centro, que estos dos intelectuales tienen a Cuba como corazón y lo que corre por sus venas y alimenta su cerebro y su espÃritu es puro amor a la Patria. Son tan grandes y, a la vez, tan sencillos, que pienso: no hay manera de que un buen cubano deje de admirarlos y amarlos.
Foto: de la autora. |
Para cada colectivo de trabajadores que los escuche, en un encuentro como el de este martes en “La Dependiente”, serÃa difÃcil que sus argumentos no los haga reflexionar. Asà lo aseguró el dotor Miranda, ellos son: “el compromiso con la libertad de Cuba, con la obra de la Revolucón y con nuestro fidelÃsimo Comandante”.
El verbo de Abel es como un imán que te atrae de manera inteligente y dulce a la raÃz de la nación. En tanto, la sabidurÃa y la familiaridad de Barnet, te hacen estar orgulloso de haber nacido en esta tierra y venir de esa mezcla divina que es el cubano.
Escuchando a estos dos intelectuales te das cuenta cuánto puede unirnos y hermanarnos nuestra cultura y cuántos nobles sentimientos y valores puede despertar ese tesoro en el pueblo.
El caudal de las palabras de ambos, sus ideas y reflexiones, son tan valiosos que los siento, en el mejor sentido de la palabra, como “hombres eslabones” que nos unen a Cuba.
Muy buena idea el llevarlos al mencionado centro de salud para que el colectivo los escuchara, fue un perfecto homenaje a la Jornada de la Cultura Cubana, y un invaluable servicio a la necesaria defensa de nuestra Revolución.
AMC