Foto: alchetron.com. |
Por: Víctor Joaquín Ortega
Golpes bien colocados, buena esquiva y elegancia. Está peleando el peso ligero Enrique Regüeiferos (1948-2022). En el gimnasio de Los Olmos, en su Santiago de Cuba natal, guiaron muy bien los primeros pasos como hicieron con Rolando Garbey y otros.
Lo que comienza apropiadamente, si tiene continuidad crecida, avanza. En este caso, si el pupilo le pone todos los hierros, como se dice, triunfará. Rápidamente, Enrique sobresale en el nivel nacional. Ya lo tienen boxeando en los centrocaribes de San Juan 1966. Su primer gran galardón: formar parte de la Delegación de la Dignidad. Al diablo las violaciones de los gringos.
Cuba estuvo en Puerto Rico muy bien representada. Las dificultades en el viaje por mar en el Cerro Pelado dañaron a nuestros atletas, a unos más que a otros. Enrique sufrió esos latigazos. No obstante, alcanzó medalla de bronce en la división de los 60 kilogramos. Ascendería luego en Panamá 1970, donde reinó en los 63.5 kilos.
Con anterioridad, triunfó en la categoría ligera de los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1967. Entre sus vencidos, el peligroso peruano Luis Minami en la pelea decisiva y el estadounidense Ronald Harris, uno de los ocupantes del tercer escalón, pese a ser el favorito en el cuadrilátero canadiense por su sitio de bronce en la cita olímpica de Tokio 1964. Cuatro años después, en México 1968, el norteño obtuvo el premio dorado de esa categoría. No fueron los únicos rivales de altísima calidad derrotados por el cubano en su admirable carrera. En Cali 1971 fue el mejor de los ligeros welter.
Regüeiferos actuó en dos magnas citas. En México 1968 se convirtió en el medallista olímpico inicial del boxeo cubano: presea de plata en los 63.5 kilogramos por el voto de los jueces 3-2 a favor del experimentado polaco Jersy Kulej. No pocos lo consideraron ganador de ese combate.
Antes había superado en el debut al inglés Walter, puesto a dormir en el primer capítulo, propinó nocaut técnico en el segundo al rumano Anton Vasile, doblegó posteriormente al difícil soviético Eugeny Frolov 3-2, y por 4-1 despachó a James Wellington, de Estados Unidos. En Múnich 1972, el alemán occidental Peter Heiss lo eliminó por decisión de 4-1 en la primera salida.
Kid Chocolate lo tenía en la preferencia de los boxeadores de la etapa revolucionaria. Sobre él expresó: “…manejaba muy bien su hook de izquierda. Después de retirado no he visto otro como el suyo entre los cubanos”.
Enrique Regüeiferos falleció en Santiago de Cuba, el 20 de junio de 2002. Mantengámoslo vibrando en los recuerdos: lo merece por su fidelidad al pueblo y la gloria deportiva brindada.
Revisar
historias deportivas