Foto tomada de Prensa Latina.
Por: Redacción Digital
La Habana, como una de las 15 provincias de Cuba, cuenta con historias, anécdotas, hechos y procesos que no se detienen, para demostrar su vitalidad.
En fecha como esta, pero en diversos años, en la Ciudad Maravilla tuvieron lugar distintos acontecimientos que marcan su devenir y que resultan de gran interés para los usuarios que visitan nuestro blog institucional.
Por ejemplo, en 1555, insatisfecho de sus acciones en la capital y de las pocas riquezas que pudo obtener, el corsario francés Jaques de Sores emprendió viaje a otros sitios del mar Caribe.
Según reseña el sitio web Cubahora, el 10 de julio del propio año, con dos naves, De Sores bordeó la ciudad que se encontraba completamente desprotegida, según historiadores apenas contaba con 16 hombres a caballo y poco menos de 70 a pie. Desembarcó en la caleta de Juan Guillén, lo que después sería el Torreón de San Lázaro.
El gobernador Gonzalo Pérez Angulo huyó hacia la aldea de Guanabacoa, junto a su familia y algunos vecinos, dejando la urbe a su libre albedrío. El regidor del Cabildo y alcalde de la única fortaleza que había en aquel entonces en La Habana, la Fuerza Vieja, Juan de Lobera, tomó el mando y durante casi un mes hizo frente al ataque de De Sores, que permaneció, con 200 piratas, todo ese tiempo saqueando casa por casa y matando a todo poblador que allí encontrara.
Además, en 1933, la Confederación Nacional Obrera de Cuba llama a la paralización total del país, a partir de las 24:00 (hora local) de este día. Posteriormente, la huelga general política concluiría con el derrocamiento de la dictadura de Gerardo Machado.
De igual forma, en 1951, Eduardo Chibás, fundador del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), pronuncia su última alocución radial, conocida como El último aldabonazo.
También hay que mencionar que, en 1978, un millón de habaneros reunidos en la Plaza de la Revolución José Martí dan la despedida oficial a los participantes en el Onceno Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
"Guerra a la guerra, proclaman los jóvenes del mundo!", es la frase con la que Fidel Castro Ruz concluye su discurso, como síntesis del sentir de las nuevas generaciones a un futuro promisorio.
En 1994, en las calles de la capital acontecen sucesos inéditos hasta entonces, en los que las masas, con el Comandante en Jefe al frente, rechazan los intentos contrarrevolucionarios de protestas callejeras y actos vandálicos.
Por otra parte, en el 2001, el líder histórico de la Revolución entrega a la delegación de Cuba al Décimo Quinto Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes la enseña nacional que enarbolaron los jóvenes que asistieron a esa cita en Argelia.
Durante la ceremonia efectuada en el Palacio de Convenciones, de acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias, Fidel indica que es muy importante la responsabilidad de esta representación, porque es un momento decisivo para decir verdades y pulverizar mentiras.
Destaca que nunca en ninguna otra región del mundo es más necesaria y útil la realización del Festival, pues África es la que más ha sufrido todas las calamidades e injusticias propias del colonialismo, el neocolonialismo, el capitalismo y el imperialismo, precisa la propia fuente.
Asimismo, en el 2003, el Comandante en Jefe preside el acto de inauguración del Centro Nacional de Genética Médica, ubicado en el municipio Playa, con un equipamiento que lo equipara a los mejores de su tipo en el mundo.
Fuentes consultadas: Enciclopedia cubana EcuRed, Agencia Cubana de Noticias y sitio web Cubaperiodistas
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