Texto y fotos: Lien Martí Rodríguez
El equipo Industriales culminó hoy un recorrido de dos días como parte de los festejos organizados por el gobierno de La Habana para celebrar el éxito obtenido en la recién concluida 62 Serie Nacional de Béisbol.
El equipo Industriales culminó hoy un recorrido de dos días como parte de los festejos organizados por el gobierno de La Habana para celebrar el éxito obtenido en la recién concluida 62 Serie Nacional de Béisbol.
En esta jornada los subcampeones de la liga recorrieron áreas de la Empresa Complejo Lácteo de La Habana, ubicada en el municipio Cotorro.
En este centro, la joven Dayana Fernández Columbié, directora de producción de la entidad, ofreció una explicación sobre el funcionamiento del centro, sus principales producciones y aporte a la economía nacional.
Por su parte, a nombre del equipo el lanzador Frank Herrera agradeció la calurosa bienvenida y expresó su deseo de regresar el próximo año con el título de campeón.
Los Leones también visitaron el Parque de las Madres, emplazado en la zona conocida como El Emboque, en el ultramarino poblado de Regla.
Aquí las autoridades locales y el pueblo de Regla recibieron con alegría al equipo, manifestaron su respeto y admiración por el resultado obtenido.
A ritmo de una contagiosa conga llegaron hasta el malecón de la zona, donde bendijeron el trofeo de subtitulares del país y pidieron la protección de Yemayá.
El recorrido incluyó la visita a la sala de oncohematología del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, en Marianao, donde efectuaron una donación a los niños.
En este centro fueron recibidos por su directora, doctora Dania Madiedo, quien ofreció detalles de la institución. Ya en la sala, el doctor José M. Valdés Marín explicó que allí atienden a infantes de La Habana y otras provincias, esencialmente del occidente del país.
En Oncohematología cuentan en la actualidad 28 camas y seis médicos y Valdés refirió que dan seguimiento a un promedio anual de 60 pacientes.
Además, aseguró que los resultados alcanzados igualan a este centro con sus homólogos del primer mundo. Asimismo, afirmó que se hacen grandes esfuerzos para que los niños reciban el mejor tratamiento posible aún en medio de las dificultades que vive la nación.
Por su parte, miembros del equipo Industriales expresaron su satisfacción por visitar el hospital, ejemplo para el país y más allá de las fronteras nacionales.
“Si con nuestra presencia los ayudamos a sentirse mejor lo haremos y les prometemos traer pelotas”, dijeron respondiendo al reclamo del pequeño Ronald Sánchez, quien reside en el Cerro, muy cerca del Latino, y su primera reacción tras la visita de los Azules fue pedir una esférica de béisbol.
El recorrido culminó en el Centro Fidel Castro, institución destinada a difundir, estudiar e investigar el pensamiento y la obra del líder histórico de la Revolución Cubana.
En este lugar, René González Barrios, su director, elogió el desempeño y la juventud del equipo. “El esfuerzo hay que reconocerlo”, destacó. También exaltó la afinidad de Fidel con el béisbol y el reconocimiento que merecen los integrantes del conjunto “cuando se paran en el diamante, representan a Cuba y demuestran el desarrollo del deporte revolucionario", que antes del 1959 era solo para un grupo de la élite.
“Aquí los recibimos con alegría, siéntase en casa”, alentó, para luego comentar las características de la institución, las salas con que cuentan y la importancia del centro como único en Cuba que lleva el nombre del Comandante en Jefe.
En este centro, la joven Dayana Fernández Columbié, directora de producción de la entidad, ofreció una explicación sobre el funcionamiento del centro, sus principales producciones y aporte a la economía nacional.
Por su parte, a nombre del equipo el lanzador Frank Herrera agradeció la calurosa bienvenida y expresó su deseo de regresar el próximo año con el título de campeón.
Los Leones también visitaron el Parque de las Madres, emplazado en la zona conocida como El Emboque, en el ultramarino poblado de Regla.
Aquí las autoridades locales y el pueblo de Regla recibieron con alegría al equipo, manifestaron su respeto y admiración por el resultado obtenido.
A ritmo de una contagiosa conga llegaron hasta el malecón de la zona, donde bendijeron el trofeo de subtitulares del país y pidieron la protección de Yemayá.
El recorrido incluyó la visita a la sala de oncohematología del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, en Marianao, donde efectuaron una donación a los niños.
En este centro fueron recibidos por su directora, doctora Dania Madiedo, quien ofreció detalles de la institución. Ya en la sala, el doctor José M. Valdés Marín explicó que allí atienden a infantes de La Habana y otras provincias, esencialmente del occidente del país.
En Oncohematología cuentan en la actualidad 28 camas y seis médicos y Valdés refirió que dan seguimiento a un promedio anual de 60 pacientes.
Además, aseguró que los resultados alcanzados igualan a este centro con sus homólogos del primer mundo. Asimismo, afirmó que se hacen grandes esfuerzos para que los niños reciban el mejor tratamiento posible aún en medio de las dificultades que vive la nación.
Por su parte, miembros del equipo Industriales expresaron su satisfacción por visitar el hospital, ejemplo para el país y más allá de las fronteras nacionales.
“Si con nuestra presencia los ayudamos a sentirse mejor lo haremos y les prometemos traer pelotas”, dijeron respondiendo al reclamo del pequeño Ronald Sánchez, quien reside en el Cerro, muy cerca del Latino, y su primera reacción tras la visita de los Azules fue pedir una esférica de béisbol.
El recorrido culminó en el Centro Fidel Castro, institución destinada a difundir, estudiar e investigar el pensamiento y la obra del líder histórico de la Revolución Cubana.
En este lugar, René González Barrios, su director, elogió el desempeño y la juventud del equipo. “El esfuerzo hay que reconocerlo”, destacó. También exaltó la afinidad de Fidel con el béisbol y el reconocimiento que merecen los integrantes del conjunto “cuando se paran en el diamante, representan a Cuba y demuestran el desarrollo del deporte revolucionario", que antes del 1959 era solo para un grupo de la élite.
“Aquí los recibimos con alegría, siéntase en casa”, alentó, para luego comentar las características de la institución, las salas con que cuentan y la importancia del centro como único en Cuba que lleva el nombre del Comandante en Jefe.
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