Foto: WA. |
Por: Rodolfo Durán Almeida
El saltador de altura Luis Enrique Zayas y la discóbola Silinda Morales competirán esta tarde en las finales de sus respectivas especialidades durante la cuarta jornada de competencias del XIX Campeonato Mundial de Atletismo, que transcurre hasta el domingo en Budapest, Hungría.
El santiaguero Zayas avanzó por tercer mundial consecutivo a la discusión de medallas del salto alto, gracias a un brinco de dos metros y 28 centímetros, que consiguió en su tercer y último intento el pasado domingo en las clasificaciones.
Zayas estuvo a punto de quedar eliminado, pues falló en sus dos primeros saltos sobre esa altura y transitó sobre una cuerda floja desde el mismo inicio de la prueba al fallar dos veces sobre 2,18 y 2,25, respectivamente. Solo consiguió saltar en su primer intento los 2,22.
El indómito intentará esta tarde igualar o superar los resultados registrados en los mundiales precedentes. En su debut, en Doha 2019, sobrepasó la varilla sobre 2,30 para quedar quinto, y tres años después en Oregón descendió al sexto lugar con 2,27.
Por su lado, la discóbola Morales, que asistirá a su primera final mundial, ya mejora su actuación de la cita del orbe del pasado año, donde se situó decimosexta con marca de 58,73 metros.
La camagüeyana, de 22 años, alcanzó su boleto para la final del disco con disparo de 62,76 conseguidos en el tercer y último intento. Morales no pudo cumplir con la marca mínima que exigían los organizadores —64 metros—, pero su registro fue el tercero mejor entre las que no lo lograron.
Solo cinco competidoras sobrepasaron los 64 metros. El quinteto lo lideró la favorita estadounidense Vallerie Allman, quien envió el implemento hasta los 67,14.
El disco es la segunda especialidad —después del triple salto— en la que Cuba archiva más medallas en Campeonatos del Mundo con nueve, de las cuales siete corresponden a las mujeres.
Zayas estuvo a punto de quedar eliminado, pues falló en sus dos primeros saltos sobre esa altura y transitó sobre una cuerda floja desde el mismo inicio de la prueba al fallar dos veces sobre 2,18 y 2,25, respectivamente. Solo consiguió saltar en su primer intento los 2,22.
El indómito intentará esta tarde igualar o superar los resultados registrados en los mundiales precedentes. En su debut, en Doha 2019, sobrepasó la varilla sobre 2,30 para quedar quinto, y tres años después en Oregón descendió al sexto lugar con 2,27.
Por su lado, la discóbola Morales, que asistirá a su primera final mundial, ya mejora su actuación de la cita del orbe del pasado año, donde se situó decimosexta con marca de 58,73 metros.
La camagüeyana, de 22 años, alcanzó su boleto para la final del disco con disparo de 62,76 conseguidos en el tercer y último intento. Morales no pudo cumplir con la marca mínima que exigían los organizadores —64 metros—, pero su registro fue el tercero mejor entre las que no lo lograron.
Solo cinco competidoras sobrepasaron los 64 metros. El quinteto lo lideró la favorita estadounidense Vallerie Allman, quien envió el implemento hasta los 67,14.
El disco es la segunda especialidad —después del triple salto— en la que Cuba archiva más medallas en Campeonatos del Mundo con nueve, de las cuales siete corresponden a las mujeres.
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