El ahorro eléctrico también necesita pensamiento

Lograr una mejor eficacia en la lectura de los metros contadores ayuda a una mejor eficiencia energética. Foto tomada de la Agencia Cubana de Noticias.

Por: Wilfredo López Delis

Ahorrar es la principal forma para crear riquezas; pero por estos días en la ciudad la Empresa Eléctrica de La Habana (EELH), las autoridades de la capital y los medios promocionan una campaña para el ahorro y uso racional de la energía, dadas las condiciones técnicas de nuestro Sistema Electroenergético Nacional (SEN).

Lo cierto es que el sobreconsumo de energía ha provocado, según autoridades, interrupciones en el servicio por las continuas averías en los transformadores eléctricos en muchas zonas de la urbe.

La cantidad de equipos rotos por esta causa supera con creces la media habitual, por lo que el uso adecuado de los medios que emplean corriente es esencial para evitar los molestos apagones, mientras se reponen los primeros.

La campaña está enfocada en que el pueblo es quien tiene la solución; ¿pero solo apagando y utilizando los equipos necesarios se puede ayudar al ahorro de energía?

Cada día que pasa aumenta en La Habana el número de transportes que se cargan con electricidad, dígase triciclos, motos y autos, muchos de los cuales son del sector privado, que solo tienen sus hogares como única vía para recargarlos.

A ello se suma la adquisición de equipos climatizados, neveras y otros, que son altos consumidores de megawatts (MW) y empleamos con frecuencia, más aún en esta temporada de vacaciones con altas temperaturas.

En medio de este complejo panorama, donde aumenta la demanda eléctrica y no la disponibilidad del SEN, podría la EELH de conjunto con la Empresa Provincial de Transporte y hasta la Unión Cuba Petróleo (CUPET) invertir en estaciones de carga con el empleo de energía renovable para las personas naturales y jurídicas que conduzcan vehículos con estas características.

También, mientras se evalúa esa posibilidad, instituciones como las empresas de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) y Aguas de La Habana, por solo citar algunas, pudieran prestar servicios de carga a la población con sus estaciones de energía limpia, por supuesto, con un margen de ganancias que permita la estabilidad en la prestación y no perjudique a las entidades.

A la vez, es necesario incentivar la compra o importación de paneles solares, sobretodo en el sector estatal y privado de la economía.

A juicio de este noble servidor, los pasos entorno al cambio de matriz energética en el país tienen que ser más contundentes. Transformar la luz solar, el agua y el viento en energía debe ser una premisa de trabajo constante.

Muchas son las alternativas para palear esta situación que afecta a todos. Lo cierto es que en esta relación biunívoca, matemáticamente hablando, se necesita de todos.

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