Por Víctor Joaquín Ortega
La primera finalista latinoamericana en los 400 metros planos olímpicos fue la cubana Aurelia “Yeya” Pentón Conde. Lo consiguió en México 1968 donde terminó quinta con tiempo de 52.70 segundos, que le dijo adiós al récord de su país.
Había llegado
algo tarde a su gran amor, el atletismo, y en el estadio Pedro Marrero, del
municipio Playa, en La Habana, instalación fundamental en su aprendizaje desde 1963 y en la cual empezó a
mostrar resultados esperanzadores. Para desquitarse, tal vez, se mantuvo en las
competencias durante 17 años,
Nacida el 13 de
febrero de 1941 en Jatibonico, Sancti Spíritus, en un hogar muy modesto y de
trabajadores, Yeya fue fiel a su origen de clases, se incorporó de lleno a la
insurrección triunfante y participó y, a pesar de no poseer un alto nivel
escolar, participó activamente en la Campaña de Alfabetización.
Opinaba que
aunque no sabía mucho, había quienes sabían menos y ella podía ayudarlos. No se
amilanó pese a que las bandas asesinas, fomentadas por los yanquis y los
ricachones del patio, dañaban considerablemente su región.
Después, en
La Habana, se enamoró del deporte Rey.
En el Estadio Pedro Marrero comenzó su
aprendizaje y mostró resultados esperanzadores. Que no basta con
apasionarse: hay que hacer por ese amor. L hizo al entregarse de lleno en los entrenamientos
y las competencias.
No se quedó en
el logro de la gran cita deportiva.
Iluminó los Juegos Centroamericanos
y del Caribe de Medellín 1978 al ganar los 400 y los 800 con 50.56 y 2: 01.4 y quebrar las marcas de este tipo de
justa. Repitió la dicha al formar parte del conjunto vencedor en la primera aparición del relevo 4 x 400 en el
clásico: 3:31.34.
Las otras
muchachas doradas: Ana Guibert, Ana Fidelia Quirós y Beatriz Castillo. A la
Pentón le otorgaron el Trofeo José Beracasa por ser el atleta más destacado de
esos juegos y haber sido la mujer que dio la vuelta más rápida en los 800
lisos.
En Santo Domingo
1974, la espirituana se tituló en los 400 (52.27) mejorando la plusmarca de esta clase de
concurso, y finalizó segunda en los 800
(2:05.5 minutos). En Ciudad de Panamá,
cuatro años antes, vicetitular en 400 (54.3 segundos)
De los Juegos Panamericanos
no se fue con las manos vacías: en la cita de San Juan 1979 ocupó el lugar de
bronce en las dos vueltas al óvalo (2:09.1)
y se agenció dos plateadas (3:34,0 en Cali 1971 y 3:36.3 en San Juan 1979) y
una de bronce en el relevo largo (3; 31.65 en Ciudad de México 1975).
Pentón Conde fue
elegida diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular durante una etapa, y
formó parte del Comité de Honor de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La
Habana 1982.