Por: Víctor Joaquín Ortega
La exvoleibolista Regla Torres transitó de joven brilllante a leyenda,
hasta ser elegida como la mejor jugadora del siglo XX en el mundo. Foto:
COCO.
La habanera Regla Torres fue campeona mundial juvenil de voleibol. Nacida en La Lisa, el 12 de febrero de 1975, poco más de cuatro meses después de cumplir 17 años compitió en los Juegos Olímpicos de Barcelona, celebrados del 21 de julio al 9 de agosto de 1992. Un salto inmenso en su entonces novel carrera.
El entrenador Eugenio George confió en la joven y la colocó en la formación regular. Torres aún no había abandonado por completo esa figura de vara para tumbar gatos de adolescente, pero bloqueó, remató y convenció para aportar a la corona cubana.
Expertos y aficionados pensaron parecido: cuando gane experiencia y músculos para llenar la impresionante estatura será una estrella.
Luego estuvo presente y muy activa en los certámenes de Atlanta1996 y Sídney 2000, donde tuvo mayor protagonismo. Con sus corridas, con sus respuestas a los remates, con su fuerte carácter, que si bien conviene en lo atlético le ha generado problemas por decir siempre verdades. Pero casi siempre tiene la razón esta gran atleta, tanto en la cancha como en la vida es acertada.
Títulos posee muchos, en Grand Prix, mundiales, panamericanos, centroamericanos, copas mundiales. En varias ocasiones era elegida la mejor de los torneos. Coraje, habilidad, técnica y ese espíritu de sacrificio que le ayudó a vencer lesiones dolorosas, reponerse, volver con más ímpetu a la cancha, hasta soslayar los deseos inmensos de tener descendencia. Cuba siempre ahí, en medio de su pecho.
Un jurado internacional formado por figuras relevantes de la especialidad la seleccionó como la mejor voleibolista del siglo XX, el mismo que escogió a Eugenio George como el mejor entrenador del rama femenina en esa centuria.
Este científico creador declaró públicamente que Regla era una atleta extraordinaria, merecedora de esta distinción.
Torres fue ubicada entre los 100 mejores deportistas cubanos del siglo pasado y ha sido condecorada con diversas distinciones y órdenes en la esfera atlética.
Retirada antes de tiempo debido a sus constantes laceraciones e incomprensiones que rayan en la injusticia: tenía 27 años, cuando el voleibol la necesitaba no solo por su calidad como jugadora.
Torres fue una de las alumnas más destacadas en el curso para comentaristas deportivos, organizado por la Unión de Periodistas de Cuba y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación para personas de la familia del músculo y, en especial, para las glorias deportivas.
En la actualidad es entrenadora, aunque a no pocos les habría gustado verla igualmente en funciones de comentarista. También es dueña de condiciones para rematar y bloquear con la palabra, los argumentos y los análisis certeros en el campo de la comunicación, donde urgen personas con la pasión y el conocimiento del voleibol y el deporte que posee Regla Torres.