Fidel Castro convirtió en realidad uno de sus grandes sueños al llevar la actividad fÃsica a cada rincón de Cuba. Foto: Cubadebate. |
Antes de enero de 1959, el deporte en Cuba era exclusivo de una minorÃa, que lo veÃa como un medio de sustento económico o de entretenimiento de las grandes élites.
Entonces se conocÃan las hazañas de Ramón Fonst, Kid Chocolate, José Raúl Capablanca o los peloteros que jugaban en Estados Unidos, pero no existÃa un verdadero interés por el desarrollo de la actividad fÃsica.
Lo anterior venÃa aparejado por el hecho de que las personas carecÃan de lugares para practicar el deporte y no contaban con facilidades de ningún tipo para ello. Resultaba prácticamente imposible que alguien humilde ganara las competencias nacionales, porque el deporte estaba fuera del alcance de la mayorÃa.
Al triunfar la Revolución Cubana aquel 1 de enero de 1959, el deporte se transformó al igual que la mayorÃa de los sectores de la nación. Para el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, el paÃs necesitaba de la Educación FÃsica y del deporte y esto se convirtió en una preocupación constante. Porque el gigante aspiraba a tener una ciudadanÃa más saludable y mejor en el futuro.
El primer cambio llegó desde la raÃz, al transformar el concepto del deporte mercantilista de una minorÃa, visto como un medio, por el de una premisa que marcarÃa el devenir de los éxitos futuros: “El deporte es un derecho del pueblo”.
Tan temprano como el 13 de enero de 1959 se designa al capitán del Ejército Rebelde, Felipe Guerra Matos al frente de la Dirección General de Deportes, adscrita al Ministerio de Educación. Mientras el 23 de febrero de 1961 se crea el Instituto Nacional de Deportes, Educación FÃsica y Recreación, que desde entonces fue el encargado institucionalmente de organizar toda la vida deportiva del paÃs.
Desde los primeros años de la Revolución Cubana, Fidel apostó por el deporte como uno de los baluartes para transformar el espÃritu de la nación. Foto: Cubadebate. |
Muy pronto el deporte comenzó a llegar a las comunidades. La participación activa constituÃa la base organizativa fundamental del nuevo movimiento deportivo cubano. Sus caracterÃsticas únicas permitieron que cientos de miles de personas se incorporaran a la práctica sistemática de la actividad del músculo.
La Revolución construyó instalaciones deportivas en los 169 municipios; instauró la educación fÃsica como asignatura obligatoria en las escuelas y creó instituciones educativas de alto rendimiento para captar y potenciar el talento atlético desde edades tempranas.
Todas estas transformaciones se reflejaron rápidamente en los resultados competitivos de nuestros deportistas en la arena internacional, al punto de conquistar, en 1971, el segundo lugar por paÃses en los Juegos Panamericanos, sitio que se mantuvo sucesivamente en el poder antillano hasta 2015. A partir de ahÃ, llegaron innumerables éxitos en juegos múltiples y campeonatos del mundo.
Las hazañas atléticas de Cuba tienen la impronta de Fidel, practicante de actividades fÃsicas e impulsor de un movimiento deportivo inclusivo y solidario. Foto: Juventud Rebelde. |
Pero no solo eso, posicionó a la nación caribeña como una potencia deportiva en América y el mundo. Gracias a Fidel y su obra imperecedera, cubanos inscriben sus nombres en el medallero olÃmpico desde 1964.
Pocas naciones en el mundo se dan el lujo de poseer tantos campeones y medallistas en los certámenes al más alto nivel. Eso está solo al alcance de los más ricos.
La obra de Fidel en el deporte será eterna. ¡Cómo olvidar los agasajos a cada una de las delegaciones que regresaban triunfantes del exterior!
Cómo olvidar la cercanÃa de Fidel cuando los atletas sufrÃan lesiones o accidentes que ponÃan en riesgo sus carreras!
A Fidel se le recuerda siempre cerca de los atletas en sus triunfos y en momentos difÃciles. Foto: Cubadebate. |
Mantener esa faena, continuar impulsando el movimiento deportivo en los barrios y comunidades, formar atletas integrales y poner el nombre de Cuba en los podios de mundo serán las mejores maneras de homenajear al lÃder histórico.
¡Seguiremos impulsando la premisa de que el deporte es un derecho del pueblo!