Por: Dimelsa Martín SoriaRafael Alba, doble campeón mundial, agrandó su palmarés con un bronce olímpico en Tokio.
Intensas jornadas se vivieron con el único representante del taekwondo cubano en los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, de más de 80 kilogramos (kg), Rafael Yunier Alba Castillo. El podio fue un anhelo logrado.
El color del metal bien pudo ser la representación del pináculo olímpico, pero como es el deporte de impredecible no pudo ser de esa manera. No obstante, el alegrón llegó y el doble monarca mundial tuvo en su pecho la medalla de bronce de su categoría después de tanto bregar.
“Obviamente no esperábamos que el combate fuera como se dio. El macedonio de 22 años se creció y llegó a la final. Todos los que llegan a los Juegos Olímpicos vienen con el anhelo de un título y ese muchacho trabajó, se superó y también lo dio todo”, comentó el presidente de la Federación Cubana de Taekwondo, Iván Fernández Quirós.
Agregó que el atleta eliminó al Campeón olímpico en el Clasificatorio de Europa. “Rafa ya había enfrentado al macedonio en el Abierto de Turquía 2020 y lo venció 26 a 6. Podrán imaginar lo que sentimos todos al ver caer a nuestro Rafael que era la esperanza del aporte de la primera medalla de oro para nuestra delegación, ante un rival que no era un desconocido pero que no tenía en nuestros pronósticos la posibilidad de ganar” precisó el presidente de la Federación Cubana de Taekwondo.
“Creo que el mérito, la estoicidad, el heroísmo y el romanticismo de todo lo sucedido fue que el campeón, después de haber enjugado sus lágrimas, después de haber hasta sollozado se levantó, se agigantó, se puso las pilas, y logró vencer los partidos restantes para la medalla de bronce. Ahora se va a casa con un metal en su cuello”, detalló.
En cuanto al significado de ese metal para Rafael Alba y para el taekwondo antillano el federativo nacional expresó que la modalidad está nuevamente en el podio olímpico y con eso Alba salda una deuda que tenía desde la cita olímpica de Río de Janeiro, en 2016. Además, hace hincapié en que esta experiencia permitió que el santiaguero ganara confianza.
“Tokio ha sido muy positivo y favorece a que Rafael concrete una personalidad competitiva que le permita, tal vez, mejorar este resultado en los Juegos Olímpicos de Francia, en 2024. Rafa ha crecido el doble de lo que tiene de tamaño y de humilde, esto fue una lección de vida; se cayó, pero se repuso y lo hizo con todo”, señaló Fernández Quirós.
Agregó que el taekwondo recibió su premio y dio su aporte a la delegación y se refirió a otros deportes como la lucha, el boxeo y el atletismo, que se espera tributen al medallero antillano y agradeció el apoyo de la prensa y el pueblo cubano en el camino olímpico. “Regresamos a casa con la frente en alto y con la satisfacción del deber cumplido”, finalizó el federativo.