Autorresponsabilidad es la recompensa al esfuerzo de nuestro país

El autocuidado, el aislamiento social y el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias continúan siendo la mejor vacuna ante la COVID-19. Foto: Tomada del MINSAP
Por: Mirelys del Pilar

El mes de abril marcó una diferencia negativa respecto a meses anteriores, al reportar una cifra superior de contagios y muertes por COVID-19 en el país.

Por su parte, La Habana aportó en estos primeros meses del año el mayor número de enfermos, sobre todo en la población infantil, a pesar de las continuas advertencias de cuidado, emitidas por las autoridades sanitarias, debido al cambio en el comportamiento de las nuevas cepas del coronavirus.

El hecho de que, en un día, se registren más de 200 casos positivos a la enfermedad en menores de 20 años de edad, demuestra la baja percepción del peligro que supone el nuevo coronavirus.

Si antes ese grupo parecía tener alguna ventaja ante la pandemia, las cifras actuales demuestran vulnerabilidades, al igual que en otros grupos poblacionales, expuestos al riesgo de enfermar y hasta morir, tal cual sucede con las personas mayores de 60 años o los pacientes con comorbilidades asociadas.

Debe tenerse en cuenta que no existe mejor vacuna ni candidato vacunal para esas edades que la precaución, y es más lamentable aún la pérdida de pequeños por negligencias de los adultos responsables de evitar que salgan de casa o se relacionen con personas que puedan contagiarlos.

El autocuidado, el aislamiento social y el estricto seguimiento de las medidas sanitarias continúan siendo la mejor vacuna ante la COVID-19, que puede llegar sigilosamente en el abrazo o beso de un amigo o familiar asintomático y portador de esa enfermedad, la cual puede causar severas secuelas en los sobrevivientes y, en el peor de los casos, la muerte.

Descuidar las medidas sanitarias equivale a echar por tierra el esfuerzo de nuestros científicos y de tantas personas que han trabajado sin descanso para lograr la disminución de los índices de contagio; la autorresponsabilidad es la recompensa al esfuerzo que todo un país hace para cortar el contagio.

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