Pedro “Natilla” Jiménez: leyenda como pelotero y mánager

“Natilla” Jiménez fue líder del  club Hershey que ganó tres campeonatos seguidos en la Liga Atlética Amateur (1938, 1939 y 1940). Foto: C. Colecciones.
Por Daniel Gotay

Pedro Jiménez, o simplemente “Natilla”, nació el 24 de noviembre de 1918 en Jaruco, demarcación que en la actualidad es uno de los municipios de la provincia de Mayabeque.

Este excepcional atleta comenzó a desarrollarse en el deporte de las bolas y los strikes como receptor de práctica. Su primer entrenador fue Joaquín Viego, mánager del equipo del poblado de Hershey, quien impresionado con su físico logró convencerlo para que interviniera en los entrenamientos del equipo en días alternos.

Luego de verle lanzar algunas pelotas, el mánager le recomendó desempeñarse como lanzador, pues según reconoció el propio Viego, “Natilla” tenía un abrazo respetable.

Aunque no poseía buen control, el empeño, seriedad y constancia con que asumía este deporte lo encaminaron a planos estelares, hasta que finalmente logró debutar en 1936.

“Natilla” fue líder del conjunto Hershey Sport Club cuando ganó tres campeonatos seguidos en la Liga Atlética Amateur en 1938, 1939 y 1940.

En época de máximo esplendor, el serpentinero de seis pies de estatura y 210 libras de peso fue uno de los mejores serpentineros criollos en la pelota amateur. 

Incluso, Pedro llegó a ser declarado el jugador más famoso en 1938 tras protagonizar una campaña fabulosa de 15 victorias y apenas un revés.

Además de un gran lanzador y buen bateador, “Natilla” fue un excelente mánager. Foto: Periódico Granma.

Representó a Cuba en cuatro campeonatos mundiales amateurs entre 1939 y 1943 y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá, en 1938, con saldo de nueve victorias y un fracaso, en roles de abridor, relevista y también incursionaba como bateador.

Además de un gran lanzador y buen bateador, “Natilla” fue un excelente mánager. A partir de 1962 se destacó como avezado técnico, entrenador, scout y director de equipos. Trabajó principalmente en Oriente y Las Villas, donde dejó mayor su legado.

En esa antigua provincia del centro de Cuba dirigió conjuntos y fue asesor del novato director de 21 años Servio Borges, tanto en Azucareros como en el equipo Cuba hasta 1972.

Fue el descubridor y entrenador de destacados peloteros, entre ellos José Antonio Huelga y Antonio Muñoz, quienes en determinado momento se convirtieron en los mejores lanzador y bateador del béisbol en Cuba, respectivamente.

Su apodo proviene de su padre, el cual en un descarrilo ferroviario, cuando no había almuerzo, se comió aproximadamente 19 raciones de natilla. A escondida sus compañeros le comenzaron a llamar Natillón y a su hijo Natilla.

Víctima de una insuficiencia renal crónica, Pedro Jiménez falleció en el Hospital "Camilo Cienfuegos", de La Habana, el 8 de marzo de 1979, a la edad de 61 años.

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