Osleidys Menéndez: jabalizanos y gloria

Osleidys Menéndez Sáez es recordada como una de las grandes atletas del deporte cubano de todos los tiempos. Foto: Iaaf.
Por Daniel Gotay

Cuentan que a los 12 años lanzaba la pelota de béisbol con una gran fuerza, lo que la llevó a incursionar en la práctica del lanzamiento de la jabalina. Ellas es Osleidys Menéndez Sáez, quien nació el 14 de noviembre de 1979, en el municipio Martí, provincia de Matanzas.

Pronto llegaron sus primeras medallas en Juegos Escolares Nacionales, considerados las olimpiadas de los atletas escolares cubanos.

Sus progresos se hicieron notar rápidamente, y pronto ingresó en la selección nacional juvenil. Aún no había cumplido los 17 años cuando participó en el mundial de la categoría celebrado en 1996, en la ciudad australiana de Sídney. Allí demostró su valía y se llevó la medalla de oro con un lanzamiento de 60 metros y 96 centímetros.

Dos años después la matancera se volvió a titular campeona mundial juvenil en la cita organizada por la ciudad francesa de Annecy. Allí obtuvo su mejor marca y récord para la competencia (68,17), la cuarta de ese año en el planeta. La Federación Internacional de AtletismoAmateur (IAAF) la proclamó la mejor atleta del mundo en su categoría.

En los Juegos Olímpicos de Sídney, Osleidys lanzó un aviso al resto de las competidoras al liderar la clasificatoria con envió de 67 metros y 34 centímetros. Meses antes en Berlín, había logrado la segunda mejor marca del año (67,83).

En la etapa conclusiva de la cita bajo los cinco aros, finalizó con una meritoria medalla de bronce (66,18), por detrás de la experimentada noruega Trine Hattestad (68,91) y la griega Mirilla Manjani-Tzelili (67,51).

No obstante, sus mejores resultados estaban por llegar. En 2001, antes de participar en el Campeonato Mundial de Edmonton, intervino en el torneo de Rethymno, Grecia, donde implantó marca mundial en el lanzamiento de la jabalina con un disparo de 71,54, convirtiéndose en la primera mujer en superar la barrera de los 70 metros desde el cambio de normativa en 1999.

Ese propio año se alzó con la presea de oro en el campeonato mundial, a lo que ya sumaba el récord del orbe. Solo le faltaba el máximo galardón olímpico y ese llegaría tres años más tarde en Grecia.

Foto: Cubadebate.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, la alumna de Dionisio Quintana concretó su gran sueño y aspiraciones. Junto a su preparador se trazaron el objetivo de no desgastarse mucho en la ronda de clasificación, y una vez en la final ponerle todo el esfuerzo al primer envío. Y así fue.

Tal y como se esperaba, entró en la final de 12 competidoras y en su primer lanzamiento, la jabalina viajó hasta los 71 metros y 53 centímetros. Era récord olímpico y se quedaba a solo un centímetro de su propio registro mundial, además de constituir el mejor registro de la temporada. Vale destacar que ninguna de sus rivales pudo acercarse ni siquiera a los 70 metros.

Aún faltaban otros resultados relevantes en su carrera. Al año siguiente asistió como la principal figura de la delegación cubana al Campeonato Mundial de Campo y Pista en Helsinki. La estelar jabalinista no defraudó a seguidores y entendidos, y se colgó al pecho su segunda medalla de oro en citas del orbe.

Pero no fue precisamente su presea lo más sobresaliente, sino que completó la gran hazaña con otro registro mundial (71,70), destrozando en 16 centímetros su propio reinado universal (esta cota ya no está vigente).

Pasarán los años y Osleidys Menéndez Sáez es recordada como una de las grandes atletas del deporte cubano de todos los tiempos.

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