Enfrentamiento a la Covid-19: vidas que importan (+ Video)

La enfermeda Xiomara Bara Lubín se mostró emocionada y manifestó la gran responsabilidad que representó el traslado del primer niño recuperado de padecer la Covid-19 en Cuba, de regreso a su hogar. Fotograma de la Mesa Redonda.
Por: Gisela Rodríguez Salgado

La labor infatigable de prestigiosos profesionales de la salud en Cuba, hasta el momento poco exaltada por lo delicado del medio en que se desenvuelven, se ha desnudado ante nuestros ojos en estos ocho meses de enfrentamiento al nuevo coronavirus.

Entre estos héroes anónimos se encuentran el intensivista Ricardo Pereda González, coordinador del equipo de expertos del Ministerio de Salud Pública (Minsap), y la doctora Lisette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría en el enfrentamiento cubano a la pandemia de la Covid-19. 

Sus vidas quedaron expuestas a través del segmento que presentó la Mesa Redonda de la Televisión Cubana de este viernes.

Considerados dos valientes desde sus especialidades, cada uno desde la complejidad de su desempeño como médico en la zona roja, en sala de terapia intensiva, o en la atención a niños y adolescentes como sector vulnerable, estos profesionales han dado lo mejor de sí para salvar vidas.

Al decir del doctor Ricardo Pereda González, el protocolo de salud diseñado para atender pacientes graves y críticos ha dependido en estos meses del trabajo de un grupo multidisciplinario que con empeño y desvelo han sabido dar lo mejor para la atención y cuidados a los enfermos.

Doctor Ricardo Pereda González.

De igual manera, apuntó que la coordinación llega a cada uno de los hospitales que enfrentan la Covid-19, con énfasis en los expertos de instituciones sanitarias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Far) y especialistas en la zonas roja, apoyo que inició desde que se decidió, por parte del General de Ejército Raúl Castro, de lo imprescindible que resulta esta colaboración.

Pereda González valoró que desde el inicio de la pandemia se sabía que el protocolo cubano sería exitoso, y se ha demostrado evitando que colapsen las Terapias Intensivas. 

Esto ha sido posible, aseguró, por el enfrentamiento nacional concebido que evaluó las distintas etapas por las que transitaba el país, donde se contó siempre con la garantía de medios y recursos, camas e instalaciones hospitalarias en los distintos escenarios.

La coordinación entre expertos clínicos y científicos ha permitido que hoy estemos en la versión 1,5 del protocolo de salud para contener el nuevo coronavirus, explicó el especialista, aún cuando se conoce que la enfermedad no tiene un tratamiento definitivo, ni un medicamento específico. 

A pesar de ello, si se ha demostrado que con organización, sentido de entrega, pertenencia y responsabilidad en la aplicación del método clínico, se han minimizado las víctimas de la dolencia.

Por su parte, la doctora Lisette López González, jefa del Grupo Nacional de Pediatría en el país, al rememorar la situación que presentó el primer paciente en edad pediátrica que se enfermó con la Covid-19, dijo que el caso puso a prueba el sistema de preparación que tenían los pediatras para combatir la pandemia.

Este niño de solo 18 meses, apuntó la doctora, marcó muchísimo en cuanto a las estrategias de trabajo. 

La experta aprovechó la oportunidad para agradecer el abrazo que han dado los hospitales militares a los servicios pediátricos, adecuándose al sistema, esfuerzo que ha marcado el éxito en la atención a los pequeños enfermos.

Doctora Lisette López González.

"Cada uno de los niños y las niñas que se han enfermado de la Covid-19 en el país han estado acompañados y manejados de manera multidisciplinaria con el pediatra, especialista y enfermero, posibilitando una alta percepción de riesgo", refirió la jefa del Grupo Nacional de Pediatría.

López González, apuntó a su vez, que en la batalla contra el nuevo coronavirus en edad pediátrica ha tenido gran repercusión acelerar los tiempos y considerar una prevención secundaria, porque la primaria  es la que está en manos de la población.

"En este contexto, aunque el paciente fuera asintomático había que tratarlo y eso significaba adelantarse a cualquier complicación desde su captación en la Atención Primaria de Salud, luego la secundaria e incluso cuando regresa al hogar", concluyó.

Sin el continuo batallar de estos gigantes de batas blancas, la historia de la lucha en Cuba contra la Covid-19 sin dudas sería otra. 

Vea más detalles en el siguiente video:

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