Áreas exteriores del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet). Foto: Tomada de Internet |
Decir Instituto de Meteorología (Insmet), es pensar rápidamente en el comportamiento del estado del tiempo, en la trayectoria de un huracán o conocer si el día será nublado o habrá lluvias intensas.
Sin embargo, el universo de trabajo que abarca el Insmet es mucho más amplio que solo la predicción de las variables meteorológicas.
Enclavado en la Loma de Casablanca, en La Habana, donde radicó el Observatorio Nacional, el centro se encarga de realizar el pronóstico del tiempo, el monitoreo de la contaminación ambiental, la vigilancia del clima, así como investiga la génesis y evolución de los ciclones tropicales y cómo atenuar los efectos del cambio climático.
Fundado el 12 de octubre de 1965, una de las primeras tareas que asumió la institución fue la creación de la Escuela de Meteorología, fragua de las primeras generaciones de especialistas graduados en el país.
Rápidamente el centro se convirtió en una entidad de carácter científico, casi el único de su tipo en la región de las Américas, avalado por el número de contribuciones a esta rama de la ciencia comparado con otras naciones del área.
La puesta en servicio de 50 estaciones sinópticas y climatológicas, la adquisición y montaje de los radares meteorológicos ubicados en la Gran Piedra, La Habana y Camagüey y la entrada en operaciones de la primera estación receptora de imágenes de satélites meteorológicos, en marzo de 1969, cuentan entre los acontecimientos de orden tecnológico que marcaron pautas en el trabajo operativo del Instituto de Meteorología.
Perteneciente a la Agencia de Medio Ambiente, el Insmet constituye un centro de primer nivel en las investigaciones científicas y en la prestación de servicios especializados que benefician diversas esferas de la vida nacional.
Ejemplo del seguimiento que se da en el Insmet a los fenómenos meteorológicos que más afectan a Cuba: los huracanes. Foto: Portal de la Televisión Cubana. |
Por otra parte, el Centro de Agrometreorología, brinda servicios a la agricultura, los cuales son muy bien aceptados tanto por las entidades estatales relacionadas con esta actividad como por los trabajadores por cuenta propia.
También aparecen los centros de Contaminación Atmosférica y el de Instrumentos y Métodos de Observación, este último dirige las 68 estaciones meteorológicas del país.
Otra de las dependencias es el Centro de Física de la Atmosfera que se dedica a estudiar los eventos meteorológicos, así como los factores y causas que lo originan desde el punto de vista físico.
Mucho ha tenido que ver el centro científico con el enfrentamiento eficaz a la Covid-19, por el aporte de estudios e investigaciones relacionadas con la influencia del tiempo y el clima en las principales enfermedades infecciosas, en especial las respiratorias.
Es de destacar, el papel desempeñado por el líder de la Revolución, Fidel Castro, a la meteorología, no solo en la participación personal frente al azote de eventos atmosféricos, sino en las tareas de evacuación, rescate y salvamento, orientación al pueblo y su preocupación constante por el desarrollo de las investigaciones y la modernización de la tecnología en este campo.
El nivel cultural de los cubanos y el estrecho vínculo de los especialistas del instituto con el pueblo ha promovido a cientos de “aficionados a esta ciencia”, cada vez más instruidos y exigentes, altamente críticos del trabajo de los meteorólogos.
La creación, hace 55 años, del Instituto de Meteorología asegura para Cuba un pronóstico del tiempo con elevada categoría científica y la garantía de aportes precisos a sectores fundamentales como la economía y la salud pública.
Llegue a su colectivo y a todos los encargados de la especialidad en el país la más calurosa felicitación.
Con información de: Granma Digital, sitio del Insmet, Ecured