Historias olímpicas: así llegaron las mujeres al atletismo bajo los cinco aros (+Fotos)

Ocho ediciones después, llegaron las mujeres a los Juegos Olímpicos de la era moderna. Foto: Tomada de Internet
Por Víctor Joaquín Ortega

Por fin. Ahora sí el gran salto: arribaron las mujeres al atletismo en los Juegos Olímpicos. Sucedió en el año 1928, durante la octava justa que tuvo como sede a Ámsterdam. 

Iremos a presenciar ese debut. Disfrútelo. Final de los 100 metros planos. Hay tres canadienses de paso endemoniado. Observen cómo realizan el calentamiento. Fanny Rosenfeld y Ethel Smith. Deben tener cuidado de su coterránea Thompsom y la alemana Steinberg. 

¿Qué me dicen de la estadounidense Elizabeth Robinson? Tremenda estampa. Aún juvenil. Solo tiene 17 años. Suerte para todas estas muchachas. Sola una de ellas será la primera dama dorada en el campo y pista olímpico.

¡Salieron!. El viento es normal, pero la Thompson y la germana tienen dificultades para vencerlo. Se rezagaron. El trío de Betty, Fanny y Ethel son rayos. Y la de Estados Unidos, la Robinson, se impone con 12.2 segundos, seguida de las otras dos con 12.3, con plata por una nariz para Rosenfeld. 

Robinson fue la primera mujer que ganó el oro olímpico en los 100 metros planos. Foto: Tomada de Internet
La campeona ha entrado a la historia deportiva por la puerta grande con la dicha agregada de quebrar el récord mundial. Por cierto, todas las marcas de las ases quebraron las del planeta en esa lid de 1928.

La titular debió contentarse con la plata en el relevo 4x100 metros, unida a Mary Washburn, Jessie Cross y Loretta McNell, superadas 48.4 por 48.8 segundos por la cuarteta canadiense, compuesta por Rosenfeld, Smith, Florence Bell y Myrtlee Cook. 

Pero Elizabeth va mucho más allá. Sufre lesiones en un accidente de aviación en 1931. Muchos, hasta algunos médicos, pensaron que ni siquiera volvería a caminar correctamente. Fuerza física y de voluntad juntadas, práctica cotidiana de ejercicios físicos para regresar a las pistas.

Berlín 1936. Una de las cuatro integrantes del relevo corto que representa a Estados Unidos es Robinson. Arranca Harriem Bland, le toca a Anette Rogers, el batón en manos de Betty, mantiene la ventaja cuando lo entrega a Helene Stephens, la estrella de los 100 metros con11.5 segundos, quien no falla. Tercera dorada para Elizabeth.

Volvamos a la lid neerlandesa de 1928. Medallistas en salto alto: la canadiense Ethel Catherwood (1.59 metros), la local Carolina Guisolf (1.56) y la norteamericana Mildred Wiley (1.56, con un fallo).

La discóbola triunfal fue la polaca Halina Konopacka (39.62 metros), seguida de Lilian Copeland (Estados Unidos) y Ruth Svedberg (Suecia), con 37.08 y 35.92, respectivamente.

Halina Konopacka ​ fue la primera campeona olímpica en la prueba de lanzamiento de disco. Foto: Tomada de Internet
Los 800 metros planos llegan. Al frente la teutona Lina Radke, la japonesa Kinue Hitomi y la sueca Inga Gentzel. Le meta cerca. La última va quedando atrás. Tendrá que conformarse con el bronce.

La nipona se escapa. Hacia la corona y... ¡La alemana es un tren! Arrolla los anhelos de su oponente. Ambas se descarrilan. Caen desmayadas al llegar. Tiempos: 2:16.8 campeona, 2:17.6 para Hitomi y con 2:17.8 llega tercera la sueca Gentzel.

Al considerar los 800 metros como una prueba demasiado excesiva para la mujer fue retirada del clásico. Excesiva es la medida. Había que cambiar los métodos de entrenamiento y la preparación física para ellas sin eliminar del programa la carrera. 

La doble vuelta a la pista retornará en Roma 1960 con victoria para la soviética Liudmila Shevtsova con marca de 2:04.3 minutos.

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