Gran Parque Metropolitano de La Habana, privilegio natural a tus pies (+Fotos)

Hermosas arboledas se conservan en el Gran Parque Metropolitano de La Habana. Foto: Tomada de Trabajadores.

Por: Elena Iglesias Cuesta


El 29 de septiembre de 1989 el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y las autoridades políticas de la capital cubana, inauguraron el Gran Parque Metropolitano de La Habana (GPMH), un privilegio natural en el centro de la ciudad.



Pensada para la cultura ambiental, la recreación sana y la protección de los ecosistemas, la entidad situada en el llamado pulmón de la Habana, permite penetrar un oasis natural y pasear por un gran bosque tropical en medio de la urbe de la urbe.

El río Almendares, es el centro del Parque, río insignia de la capital cubana, sitio amado por los habaneros y que otrora fuera parte de la vida de jóvenes y adolescentes para enamorar, estudiar o simplemente para apreciar la naturaleza.

Más que un río, el Almendares es una cuenca que atraviesa por ocho de los quince municipios de la provincia de La Habana abarcando un área equivalente a 203 kilómetros cuadrados.

Las posibilidades y objeto social del GPMH lo hacen clasificar como atípico a otros similares en el mundo, pues en su territorio conviven más de 200 mil habitantes de nueve consejos populares de los municipios Plaza, Playa, Marianao y Cerro.

Fundado hace 31 años como Gran Parque Metropolitano de La Habana, el 29 de septiembre de 1989 por idea de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, el proyecto se alza en medio de la capital cubana en una bella mezcla entre naturaleza y ciudad.

Las áreas del parque son atractivas para niños, jóvenes y adultos.


Una amplia actividad cultural caracteriza el accionar del GPMH como el Festival del Río Casiguaguas, el de los juegos tradicionales de barrios; el concurso Amigos del Gran Parque Metropolitano de La Habana de poesía, cuento, composición literaria, pintura, artes aplicadas y dibujo; entre otros.

Ha servido de sede al Festival Internacional de la Salsa, peñas artísticas y literarias diversas, el espectáculo de la Matinée dominical infantil, actividades de cultura ambiental como los círculos de interés pioneriles Amiguitos del Bosque y otras que enriquecen la vida espiritual de quienes participan.

Importante ha sido la labor de su colectivo en la recuperación de las áreas verdes y el trabajo de reforestación, al punto de contar en sus áreas con el Paisaje Natural Protegido Isla Josefina, que ocupa franjas a ambos lados del río Almendares.

En la actualidad, debido a la situación epidemiológica que vive el país por de la Covid-19 en el parque se han tomado medidas sanitarias imprescindibles, entre ellas, el cierre temporal de una instalación que ofrece felicidad a las familias y tiene notable interés para los capitalinos y visitantes, solo comparables con el malecón habanero.

Imagen aérea del río Almendares. Foto tomada del sitio Habana Live.


   
También el río parece aún más tranquilo por estos días, lo que nos hace recordar a la poetisa Dulce María Loynaz, Premio Cervantes en 1992, cuando expresó en su poema Almendares:

Este río de nombre musical
llega a mi corazón por un camino
de arterias tibias y temblor de diástoles...

Un vuelo de sinsontes encendidos
le traza el dulce nombre de Almendares!



(...)

Cómo se dobla bajo la curva
de los Puentes Grandes...!
¡Yo no diré qué mano me lo arranca
ni de qué piedra de mi pecho nace:
Yo no diré que él sea el más hermoso...
¡Pero es mi río, mi país, mi sangre!

Ojalá disfrutemos pronto de las bondades del Gran Parque Metropolitano de La Habana, mientras, llegue a sus trabajadores nuestra más sincera felicitación.

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