A 98 años, respira la obra de Jesús Orta Ruiz

Este 30 de septiembre festejamos el nacimiento de un habanero que llenó de criollismo la poesía cubana. Foto: Tomada de Radio Reloj.

Por: Lenay Barceló Soto 

Un 30 de septiembre de 1922 vio la luz en el terruño habanero de Guanabacoa Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, un hombre que desde su humildad supo exaltar en su obra poética los valores más puros del cubano.


Se cuenta que con solo nueve años de edad improvisaba espinelas y que en su adolescencia comenzó a conquistar una popularidad, devenida leyenda, la cual lo identificó con ese seudónimo que recuerda al aborigen cultivador de la tierra en oposición a los cantores populares autollamados caciques en aquella época.

Consta que no conforme con su don natural y el entorno social en el que le tocó vivir se apasionó, de manera obsesiva, por la lectura de la poesía, así como de los ensayos y técnicas de esta vertiente literaria. Tal práctica lo llevó al enriquecimiento de la espinela, convertida ya en un signo de la identidad nacional cubana.

No tardó la crítica literaria en reconocerle el mérito de haber logrado la fusión de lo popular y lo culto, y lo situó en el neopopularismo de la Generación del 27. Pero el poeta no vaciló en ensanchar el horizonte de su lírica con el ejercicio de las más variadas formas clásicas e incluso el verso libre. A través de esas composiciones, su poética se ofrecía en tres vertientes: campesina, social y autobiográfica, la cual le ha granjeado innumerables reconocimientos.

Su prosa, también distinguida y laureada, abarca diversos temas que van desde prólogos, ensayos, estudios de tradiciones, folclor, literatura, hasta una extensa obra periodística. 

El Indio Naborí, cuya obra incluye 10 títulos en prosa y 14 poemarios, figura en la mayoría de las antologías cubanas del siglo XX. Viajó por diferentes países de Europa, Asia, África y América. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, ruso, checo, chino y yugoslavo.

Tal como expresó el ensayista Virgilio López Lemus durante la entrega del Premio Nacional de Literatura en 1995: “Con Orta Ruiz apareció el poeta que propició la conjunción entre lo culto y lo popular, el necesario puente que viniera a dejar muy claro que la tradición de la décima cubana es una sola manifestada por diversas vías, cualidades e incluso soportes expresivos tan variados, que aún hoy día sigue evolucionando”.

Mientras el jurado consideraba: “Su poesía expresa, con gracia inconfundible y perdurable resonancia, los más puros acentos de la sensibilidad humana y las más sagradas aspiraciones alentadas históricamente por el espíritu nacional de nuestro pueblo, de soberanía, justicia y libertad”.

Jesús Orta Ruiz fue el autor, entre otras piezas, de Al son de la historia y Esto tiene un nombre

El Indio Naborí se considera un cantor de lo cubano, uno que, como diría el trovador, no pasó a la historia, el 3 de enero de 2006, sin la gloria de haber tocado espina. 

Considerado el decimista más significativo de la literatura cubana contemporánea, en su honor, se festeja cada 30 de septiembre en todo el continente el Día de la Décima Hispanoamericana.

Tal y como apuntó el propio Orta Ruiz en entrevista ofrecida a la colega Iraida Calzadilla, la poesía es emoción y tiene que conmover para que florezca entre la gente: "Los creadores siempre hemos estado en todas las batallas de la Revolución", dijo. Así fue como vivió El Indio Naborí de pueblo en pueblo, de monte en monte, recorrió la isla echando, como Martí, los versos del alma.

Con información Cinco de Septiembre y Granma.

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