Hagamos lo que nos toca y no le sigamos el juego a la muerte

Nos toca a nosotros, como ciudadanos de este país, respetar lo dispuesto e impedir que afloren expresiones contrarias a tan sagrada demanda colectiva por nuestra seguridad. Foto: Ariel Cecilio Lemus/ Granma
 

Por: Nuria Aguilera 

Este 10 de agosto entran en vigor en La Habana, disposiciones asociadas a la etapa de transmisión autóctona limitada de la Covid-19.



Entre las regulaciones más importantes se encuentran: la suspención de la transportación masiva de personal salvo los trabajadores de actividsdes priorizadas como se hizo al inicio del enfrentamiento a la Covid-19 en la ciudad, así como el cierre de piscinas y lugares de alta concentración de personal, entre ellos varias áreas de venta de trabajadores cuentapropistas como la zona de Monterrey en San Miguel de Padrón.

Por otro lado, también se conoce que se continuarán abasteciendo los puntos de venta del comercio interior en los barrios a partir de la estrategia de descentralizar la actividad comercial, en tanto, en la gastronomía el enfoque es a la venta de productos para llevar.

Según se precisó por autoridades de la capital desde este lunes se fortalecer las medidas para el aislamiento seguro de varias zonas como la demamarcación de Guanabo al este de la capital cubana y para la protección diferenciada a unos 119 mil núcleos vulnerables en diferentes territorios de la ciudad.

En el caso de las medidas a adoptar desde Salud Pública, se ejecuta la reorganización de los servicios asistenciales y la incorporación de activistas sanitarios de la comunidad. De igual modo, se fortalecen las acciones en laboratorios de diagnóstico precedidas por la pesquiza activa desde el método clínico con enfoque epidemiológico, devenido baluarte de la experiencia cubana en el enfrentamiento a la Covid- 19.

A nadie le cabe duda de que en Cuba lo más importante es la salud ciudadana, la voluntad estatal es reducir a su mínima expresión las cifras de contagio y de muerte por la terrible enfermedad.

Desde que comenzó la pandemia, la Covid-19 ha ocasionado gastos millonarios al presupuesto del estado, por eso la convocatoria permanente es ha actuar con disciplina, unidad, responsabilidad y compromiso.

Cada ciudadano en esta urbe capital debe hacer lo que le toca en cada momento de manera voluntaria porque no es el ánimo sancionar pero a las autoridades del orden público y otros órganos afines les corresponde también velar y accionar porque no se pierda esta nueva batalla contra el coronavirus donde los habaneros, nos pudiéramos estar jugando las dos caras de la moneda.

No solo nos jugamos nuestro futuro sino que  podemos arrastrar con nosotros al país, a un duelo sin precedente en la historia del sistema cubano de salud, una lucha entre la vida y la muerte.

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