El corazón no le falló a Tatiana Kazankina

Tatiana Kasankina. Foto: Internet. 
Por: Víctor Joaquín Ortega
Les voy a contar sobre un combate del que fui testigo en Moscú 1980, adonde fui como enviado especial del diario Juventud Rebelde

Más que narrarles, intentaré llevarlos a esos momentos, aun antes del inicio de la carrera. Finalizaremos en la final de los mil 500 metros planos. Síganme...
Hay dudas sobre la presencia de la excelente corredora Tatiana Kazankina en los XXII Juegos Olímpicos. Que si estará, que si no estará...Tiene problemas en el corazón dicen. 
Campeona y todo, con eso no se juega, aunque ahora existan operaciones. Y van a venir rivales potentes. El esfuerzo va a ser tremendo para los participantes. Y son mil 500 metros… Sí, ya sé que fue la mejor hace cuatro años. Pero por eso mismo: los años han pasado y la distancia en la pista es la misma...
Y aquí está la soviética Tatiana Kazankina. Superó todos los obstáculos. Derrotó primero a los escépticos. Los doctores y el entrenador la apoyaron. Integró la delegación. Sobrepasó la fase preliminar. Ha llegado a la decisiva. Se ve entera. Desde su presencia sobresale. Y esa elegancia al correr, ¡mi madre! 
De sus propias filas, la más difícil oponente: Nadezhda Olizarenko, joven con ansias enormes de vencer. Victoria actual en los 800 con 1.53.43, nueva marca mundial. No se conforma con ese galardón. Va por más. 
Heredó el sitial de Tatiana que en 1976 no solo conquistó el oro en los mil 500, sino que encabezó la batalla en las dos vueltas al óvalo con 1:54.94, entonces mejor que la plusmarca del orbe. 
La contienda promete ser sabrosísima. Si la titular anterior de los mil 500 quiere triunfar tendrá que bajar de los 4:05.48 de aquella ocasión. La Olizarenko está que corta... 
¡Arrancan!  Piernas, técnica y coraje en acción. ¡Miren, hay otra invitada: la alemana democrática Christiane Wartenberg tiene para imponerse. Físico, técnica, deseos...
El trío se separa de las demás. Hacia la meta… Calor, sudor, puede aparecer la fatiga... Bueno, separarse de verdad, Tatiana. La Olizarenko cede. También la germana. Van quedando atrás. Oro de nuevo para la Kazankina. 
Ahora con 3:56.6 para decir adiós a la plusmarca del clásico. Plata para Christiane con 3:57.8; Nadezhda entra tercera con 3.59.6. El corazón no le falló a Tatiana Kazankina.

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