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| Foto: Lien Martí Rodríguez/Radio COCO. |
Por: Lien Martí Rodríguez
En un contexto particularmente complejo, debido a la incidencia de la Covid-19 en el plano internacional y en La Habana, se trabaja de manera intensa por regresar a un ritmo de actividad parecido a lo habitual, manteniendo una serie de medidas higiénico-sanitarias que garanticen el cuidado de la salud a niveles individuales y comunitarios.
Producto de esta situación, tienden a incrementarse las manifestaciones psicosociales de estrés, irritabilidad, consumo de alcohol y violencia.
De ahí que en el municipio Playa se trabaja en la prevención temprana de las adicciones, especialmente en el consumo de alcohol y la posible generación de episodios de violencia relacionados con su ingestión.
Un equipo de trabajo, integrado por promotores de salud y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), se propone para el mes de agosto intensificar las acciones educativas a nivel comunitario en playas, piscinas y centros de recreación.
El objetivo de esta labor es promover el autocuidado y la autorresponsabilidad, con énfasis en la familia, el cuidado de la mujer y la prevención de la violencia.
El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, Cultura, Educación, la Unión de Jóvenes Comunistas y otros sectores también participan en este empeño, que pretende reforzar comportamientos saludables en este verano por la vida, una etapa que en Playa se apuesta por la ecuación alegría más responsabilidad es igual a responsabilidad.
“El consumo de alcohol no nos lleva a nada, pero no todos los de mi grupo lo entienden y aceptan, a veces me siento como un bicho raro”, asegura un joven que disfruta junto a su novia en una playa del litoral del oeste de La Habana.
Otros, un poco más lejos, se mantienen sentados en círculo y el centro lo ocupa una botella de ron que comparten con desenfado. “No hay más nada que hacer y así nos relajamos”, asegura uno y los otros asienten.
“Conductas como estas son las que tenemos que enfrentar con responsabilidad y mucho tacto, pues es una edad muy difícil donde la pertenencia a un grupo es fundamental, pero si comportamientos así persisten lamentablemente el futuro de ellos será incierto”, comenta Armando Guzmán, adulto mayor que frecuenta la playa.
Grandes retos son los que enfrenta este grupo de trabajo que debe contar con el apoyo de la familia como eslabón esencial para que esta cadena no se rompa y el verano sea feliz y sin adicciones.