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| Los niños recibieron con beneplácito la actividad organizada por el
Palacio Central de la Computación y la Electrónica. Foto: Gilberto González García |
Autor: Gilberto González García
Alumnos de la escuela especial Solidaridad
con Panamá para niños con discapacidades físico-motoras disfrutaron en
la mañana de este sábado 14 de octubre de un rato de recreo en el
Palacio Central de la Computación y la Electrónica, invitados por los
trabajadores de ese centro.
La actividad tuvo como propósito celebrar el aniversario 30 de la creación de los Joven Club de Computación y Electrónica, a partir de una de las genialidades del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en aras de lograr la informatización de la sociedad de cara al vertiginoso desarrollo de las tecnologías de la informática y las comunicaciones.
Con la presencia de Fidel, el Palacio Central de la Computación y la Electrónica abrió sus puertas al público el 7 de marzo de 1991 en un local que antes del triunfo de la Revolución ocupara una gran tienda por departamentos de la cadena Sears y que luego tuvo otros usos de corte comercial.
Al inicio se escuchó la canción Comandante guerrillero, dedicada a Ernesto Che Guevara e interpretada por el trovador Mariel Benítez Mendoza, de la Dirección Municipal de Cultura de Centro Habana. Foto: Gilberto González García
La actriz Adelnis Avilés Meriño, perteneciente a la casa de cultura Joseíto Fernández, del municipio de Centro Habana, hizo las delicias de los niños actuando asistida por el títere Fantoche, manipulado por Mariel Benítez Mendoza. Foto: Gilberto González García
Claudia, una pequeña que padece síndrome de Dawn, hizo gala de sus habilidades danzarias al interpretar una coreografía en la que representa a la mujer cubana a través de tres etapas de la historia nacional. Foto: Gilberto González García
Instructores del palacio brindaron explicaciones a los visitantes acerca de los servicios que ofrece la institución y sobre detalles propios de la tecnología, mientras ellos interactuaron con las computadoras. Foto: Gilberto González García