Cuba ratificó este miércoles en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (Onu) su voluntad de cooperar con otros países en la prevención y el combate a la epidemia de Virus de Inmunodeficiencia Humana (Vih)/Sida y abogó por el respeto al derecho de los seres humanos a la salud y el desarrollo sin mercantilización ni condicionamientos, como un escenario clave para lograr la meta de erradicar la enfermedad en el 2030.
En la primera de las tres jornadas de una reunión de alto nivel dedicada a la lucha contra ese mal, el ministro cubano de Salud Pública y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda, precisó que la isla mantiene su disposición a apoyar a las naciones que lo necesiten, sobre la base de la experiencia y los logros alcanzados.
Renovamos nuestro compromiso político y contribución a la respuesta mundial, regional y nacional al Vih/Sida. Solo la integración, la solidaridad y la cooperación pueden lograr acciones sostenibles y enfrentar los desafíos comunes en un planeta globalizado, desigual y excluyente, señaló.
“La salud debe prevalecer sobre cualquier consideración de propiedad material, tecnología e intelectual (...). No resulta aceptable que el precio u otras limitaciones egoístas limiten el acceso universal al tratamiento de las personas con Vih/Sida”, advirtió el ministro cubano.
El funcionario fijó la postura de la Isla antes de la adopción en la Asamblea General de la Onu de una declaración política que ratifica el compromiso de los Estados miembros con la eliminación de la enfermedad para el 2030.
Cuba se suma al consenso en torno a este documento, pero reconoce con preocupación que persisten problemas y desafíos que debieron quedar reflejados con mayor claridad y contundencia, subrayó en la jornada inaugural del evento de tres días.
Morales insistió en que ninguna legislación, acuerdo, política o práctica nacional o internacional debe limitar el acceso universal al mejor tratamiento disponible por los seres humanos afectados por un virus responsable de la muerte de más de 34 millones de personas desde 1981, y con el cual viven alrededor de 37 millones.
En sus precisiones de cara a la aprobación en la Asamblea General del texto, el titular defendió el criterio de que la materialización del derecho al desarrollo mereció guiar la declaración política.
“Su disfrute permitirá a todos los seres humanos el ejercicio de sus derechos y libertades fundamentales, tanto en el ámbito individual como colectivo”, afirmó.
El Ministro de Salud Pública también destacó la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el Vih/Sida, la disponibilidad de recursos y la transferencia de tecnologías, sin condicionamientos y bajo el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud y el programa conjunto Onu-Sida.