Orgulloso del resultado de su trabajo. Foto: Mildred O'Bourke RodrÃguez |
¿Hay
campesinos en La Habana? Pues sÃ, y hoy están celebrando su dÃa, de la mejor
manera que saben: trabajando desde antes que salga el Sol y preparando lo
cosechado para enviar a más de mil centros del consumo social entre escuelas,
hospitales, hogares maternos, de niños sin amparo filial o de ancianos y
algunos volúmenes para la venta a la población y al Turismo.
Quizás
ya al caer la tarde armen su guateque y se
reúnan para una comida bien criolla: lechón asado, congrÃ,
viandas, cerveza y ron. Y algo de canturÃa para animar; todo parte de esa vida
cotidiana que resulta de sus raÃces.
También
es significativo el aporte que realizan en la entrega de leche de vaca a la
industria y de chiva para niños con intolerancia a la primera, y de carne de
ganado menor para varios destinos.
Son
verdades demostrables, pero todavÃa algunos tienden a minimizar la importancia
del campesinado habanero, desconocedores de que son una fuerza decisiva en la
provincia, en un complejo escenario productivo, donde la calidad y cantidad de
las tierras a disposición no abundan.
Sin
embargo, no son tan pocos como algunos creen: 88 cooperativas de créditos y
servicios se diseminan por la geografÃa de la capital de los cubanos, donde
esta organización cuenta con más de nueve mil asociados.
Y hay
que resaltar que muchos de estos campesinos han levantado sus fincas a mano
limpia, desde las piedras, los escombros y los montes de marabú y aroma y con el tiempo han
creado verdaderos jardines productivos con un alto componente familiar.
La comercialización es importante. Foto: Mildred O'Bourke RodrÃguez |
Sobre
la marcha han tenido, asimismo, que superar escollos inmensos por falta de
insumos y recursos variados y asimilar temas como la agroecologÃa o la
introducción de las nuevas tecnologÃas o de los resultados de las instituciones
cientÃficas.
Nadie
niega que el esfuerzo se revierte en beneficios económicos también, producto de
enormes esfuerzos y sacrificios y por tanto, bien ganados.
Para
Roberto Chacón, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap)
en La Habana, está claro que todavÃa queda muchÃsimo por hacer entre los
asociados en temas como la eficiencia, los rendimientos, el fortalecimiento de
las juntas directivas, decisivas en la disciplina productiva y comercial y en
la incorporación de las mujeres y los jóvenes y su reconocimiento; pero se
avanza.
Pese a
ello y otros elementos perfectibles, considera que los miembros de la Anap y
productores habaneros se empeñan, y tienen como meta fundamental siempre, dotar
al pueblo de los alimentos necesarios en lo agrÃcola y pecuario y que tienen
motivos para celebrar con orgullo este 17 de Mayo del 2016, DÃa del Campesino Cubano.
Revisar
anap
asociacion nacional de agricultores pequeños
campesinos habaneros
cooperativas de creditos y servicios
cuba
habana
mildred obourke rodriguez