Aumento de peso ligero e hipertensión arterial


Hipertensión arterial. (Foto: www.eyriesalud.com)

Autor: Doctor Alberto Quirantes Hernández

Un ligero aumento del peso corporal no solo aumentaría el cinturón de grasa que rodea a la cintura, sino también pudiera incidir desfavorablemente sobre la presión arterial.


Quienes reflejan este aumento de las libras de grasa, sobre todo a nivel abdominal, son más susceptibles a la elevación de sus cifras tensionales.

Ni siquiera permitir aumentos de peso ligeros

Cuando nada más se aumenta de forma ligera el peso corporal, un modesto cinco por ciento, en algunos individuos de igual forma se eleva ligeramente la presión arterial.

Este tipo de aumento de peso se observa frecuentemente después de unas buenas vacaciones, donde se descansa mucho y se puede comer cualquier alimento.

Es conocido en parte

Se sabe la relación existente entre el incremento del peso corporal y una mayor presión arterial. Por esta razón las personas obesas pueden tener más riesgos de padecer del corazón.

Pero aún no están esclarecidos completamente los mecanismos por los cuales el peso afecta a la presión arterial.

La obesidad más peligrosa en este sentido es aquella, donde se acumula grasa en el interior de la cavidad abdominal. Dan la figura de las llamadas personas “barrigonas”.

Sabias decisiones

Quienes aumentan la ingestión de alimentos ricos en potasio como frutas, vegetales o  productos lácteos, pudieran reducir la presión arterial mientras siguen una dieta para perder el peso sobrante.

Es importante asimismo mantener una ingestión de calorías acorde a las gastadas, teniendo en cuenta que el gasto calórico se reduce conforme se envejece.

Los alimentos procesados de las comidas rápidas o fast food, por ser ricos en sodio, podrían llevar a elevar la presión arterial.

En Cuba

En Cuba como en el resto del mundo, cada 14 de mayo se celebra el Día Internacional de la Hipertensión Arterial. Esta enfermedad es conocida como “el asesino silencioso”, por el desconocimiento que muchas personas tienen de ser hipertensos y por ende ni se controlan ni se chequean.

La hipertensión arterial es un problema de salud mundial. Se estima que afecta entre el 21 y el 25 por ciento de la población adulta general. En Cuba hay cerca de tres millones de hipertensos.
Esas cifras son alarmantes, sobre todo si tenemos presente a la hipertensión arterial como una enfermedad crónica con elevada prevalencia. Igualmente resulta factor de riesgo para otros padecimientos crónicos no transmisibles, como cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca y enfermedades cerebrovasculares.

Del mismo modo, esta contribuye a aumentar el riesgo de insuficiencia renal crónica y la ceguera.

De acuerdo con investigaciones realizadas en la mayor de las Antillas, el porcentaje más grande de los hipertensos clasifica en la categoría de ligero y moderado. Para estos casos el tratamiento inicial no requiere medicamentos; solo cambios de estilos de vida, es decir, cumplir con una dieta saludable rica en vegetales y hortalizas, disminuir el consumo de sal y grasas saturadas, cumplir con un programa de ejercicios físicos, bajar de peso y evitar fumar o tomar bebidas alcohólicas.

Está en las manos de cada cual prevenir y controlar esa enfermedad de causas variadas y capaz de llevarnos a otras dolencias, e incluso a un fallecimiento perfectamente evitable si se toman con tiempo las medidas adecuadas.

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