Intensifica Programa Materno Infantil cubano medidas de prevención frente a amenaza del virus Zika


Foto: Internet

Autora: Ania González Rodríguez

Ante la amenaza que representa para Cuba la trasmisión del virus del Zika, cuyo mayor riesgo para la salud de la madre y el niño es la asociación que se ha establecido entre esta infección y la microcefalia, el Programa Materno Infantil en la Isla intensifica sus medidas de prevención de las enfermedades genéticas, especialmente, frente a la mencionada malformación neonatal en la cual la cabeza del niño es de tamaño inferior a la de otros de su misma edad y sexo, y que se traduce en un retraso mental leve o grave de las criaturas que la padecen.


Con respecto al Plan de Acción que se despliega en este sentido, el Doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, expresó a la prensa especializada, que a la mayor de las Antillas no le sorprende esta problemática del Sika y su riesgo para las embarazadas porque la nación “cuenta hace más de 30 años con un Sistema de Vigilancia de todos los defectos congénitos”.

El directivo informó que lo que se está haciendo ahora es intensificar las medidas de siempre, pero se ha introducido un cambio en el tiempo en que se llevaban a cabo estas acciones.

En primer lugar destacó la importancia de que las embarazadas vayan lo más tempranamente posible al consultorio del médico de la familia para captarle el embarazo y hacerle los controles establecidos, especialmente estos: el ultrasonido del primer trimestre (antes de las 12 semanas), el ultrasonido que se hace entre las ocho y 22 semanas y el ultrasonido que se hacía en el último trimestre (que ya se está adelantando a las 28 semanas y de los cuales de acuerdo a este plan se han hecho más de mil 80 de ellos), porque esto va a permitir detectar tempranamente la microcefalia.

En el plano de las investigaciones, Álvarez Fumero expresó que en el país se está haciendo el estudio virológico del líquido amniótico de todas las mujeres en las que se detecta una microcefalia (aunque no hayan presentado síntomas ni antecedentes epidemiológicos de haber contraído infección por el virus del Zika) para de esta manera hacer un aporte al más amplio conocimiento de los mecanismos por los cuales la infección está originando la microcefalia y las calcificaciones intracraneales, incluso para saber si la asociación tiene realmente una causa directa.

De todas formas se orienta a las mujeres en edad reproductiva y con ellas a su pareja y a su familia, que independientemente de que estas planifiquen o no un embarazo, ingieran ácido fólico (un milígramo diario). Es una manera de prevenir porque las malformaciones congénitas ocurren durante las primeras seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres no saben siquiera si están embarazadas.

Esta una estrategia que va a consolidar los esfuerzos del país en el Programa Materno Infantil, que  hace un llamado especial a la población en estos momentos a la autorresponsabilidad en la batalla contra el Aedes aegypty y a que la mujer se proteja y proteja a su familia de ese sufrimiento que es tener un hijo con defecto congénito como la microcefalia, cuya incidencia podemos evitar o minimizar.

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