Victor Ravelo Álvarez. Foto: Lázaro Pérez Barcelona |
Autor: Lázaro Pérez Barcelona
La batalla de los
trabajadores cubanos por mantener la vitalidad de la actividad comercial y de
servicios tiene su origen en los primeros años del triunfo de la Revolución.
El comandante
Ernesto “Che” Guevara se ocupó de instrumentar las acciones políticas y
jurídicas para desarrollar un movimiento obrero que a base de su talento
creador enfrentara el reto que significó y que aún hoy perdura, la falta de
piezas de repuesto, la obsolescencia de las maquinarias y equipos y el
estancamiento tecnológico.
Su iniciativa cobró
tal fuerza que en el año 1976 se fundó, como parte de la actividad
sindical, la Asociación Nacional de Innovadores yRacionalizadores (Anir).
Asimismo en el año
1981 surgió el Fórum de Piezas de Repuesto, devenido con el paso de los años en
Fórum de Ciencia y Técnica, cuya misión gubernamental y política abarca a todos
los sectores de la sociedad y es fruto de la introducción en la práctica de las
más simples hasta las más complejas soluciones técnicas de repercusión en la
sostenibilidad de la producción y los servicios.
Sobre esta base,
centenares de miles de hombres y mujeres sorprenden a base de su talento
innovador, no solo a la sociedad cubana, sino también a no pocos empresarios
foráneos.
Estos avales
incitan a entrevistar a trabajadores como Víctor Ravelo Álvarez, mecánico de taller
y jefe de la brigada de Pailería y Montaje de la unidad empresarial de base
Comelet perteneciente al Ministerio de la Industria Alimentaria, quien es autor
de la reparación y sustitución de elementos de hornos de panaderías de la
Empresa Cubana del Pan y de la Empresa Provincial de Alimentos de La Habana.
Los hornos de panaderías, en especial aquellas que
producen para el consumo normado son equipos con muchos años de explotación,
por lo que se rompen con frecuencia ¿existe alguna condicionante para que estos
equipos colapsen total o parcialmente?
“Precisamente, lo
que motivó la investigación acerca de la posibilidad de reparar los hornos fue
su obsolescencia causante de las roturas, además del rigor productivo al cual
están sometidos.
“Las roturas más recurrentes se presentan en la cámara de calentamiento y su principal componente la fornalla, elemento encargado de recibir y suministrar el fuego a una alta temperatura.
“En el año 2012 se nos asignó la tarea de reparar el horno de la panadería situada en la calle 124 y 51, en el municipio habanero de Marianao, ahí el primer reto fue enfrentarnos a un elemento desconocido, no sabíamos cómo funcionaba ni sus características tecnológicas, le explico que esta reparación la enfrentamos un equipo de obreros del cual yo fui el responsable”.
“Las roturas más recurrentes se presentan en la cámara de calentamiento y su principal componente la fornalla, elemento encargado de recibir y suministrar el fuego a una alta temperatura.
“En el año 2012 se nos asignó la tarea de reparar el horno de la panadería situada en la calle 124 y 51, en el municipio habanero de Marianao, ahí el primer reto fue enfrentarnos a un elemento desconocido, no sabíamos cómo funcionaba ni sus características tecnológicas, le explico que esta reparación la enfrentamos un equipo de obreros del cual yo fui el responsable”.
Si era un elemento desconocido por usted y su equipo ¿Cómo
procedieron para descubrir sus secretos?
“Lo primero fue
aprender cómo funcionaban la fornalla y su componente, donde descubrimos que su
elemento central está formado por una chapa de acero térmico, cuyos parámetros
técnicos y exigencias no existían en el país para reemplazarla, entonces
acordamos utilizar una chapa de acero inoxidable de mayor espesor que resultaba
más cara, pero que al final aportó muy buenos resultados pues hasta la fecha el
horno ha trabajado a su ritmo de 24 horas y no se ha averiado”.
Se reparó esa panadería de Marianao, pero esa no es la
única del municipio citado ni del resto de los territorios capitalinos. ¿Qué
sucedió después de comprobarse el éxito de esta solución?
“Anteriormente le
expliqué que estos hornos tienen un grado avanzado de obsolescencia y que
trabajan a un rigor alto todos los días, sobre esa base se nos recomendó
realizar una delectación en toda la ciudad, calcular los costos para presentar
al ministerio un proyecto de presupuesto para adquirir un volumen de chapas
menos cara que la usada inicialmente de acero inoxidable por otra ferritica que
es la más apropiada y menos costosa, lo cual garantizó asumir un sistema de
reparación ordenado y de mayor calidad.
“Supimos que en la
provincia de Cienfuegos se acometía el mismo trabajo pero usando acero al
carbono, lo cual no garantizaba la perdurabilidad de la reparación, decir que
hasta allí llegamos con nuestra tecnología y hoy la provincia central aplica
esta técnica en todas sus panaderías”.
¿Qué tiempo les toma la sustitución de las fornallas?
“Imagínese, cuando
un horno colapsa en una panadería se forma un gran revuelo y una presión muy
grande para que se reincorpore a la producción cuento antes, esto quiere decir
que la reparación demanda que se trabaje a un ritmo acelerado y sostenido. Los
casos de mayor complejidad trabajando casi sin descanso lo hemos resuelto en
tres días máximo”.
Usted habló sobre un estudio de factibilidad, ¿cuál fue
su resultado?
“Esta tarea se ha
instrumentado y organizado de modo que alrededor de ocho a nueve fornallas se
reparan en nuestro taller cada mes, pues en la capital cubana hay decenas de
panaderías, ahora cada cual desarma el horno para que nosotros en el taller
reparemos las fornallas”.
Se habla mucho sobre la calidad del pan, incluso es un
tema que los electores con frecuencia le plantean al delegado del Poder Popular,
la pregunta es ¿repercute esta técnica en la calidad del pan?
“Por supuesto.
Cuando la fornalla se deteriora crece el consumo de combustible y afecta su
normal funcionamiento, lo cual incide directamente sobre la buena calidad del
pan pues el calor no se reparte, ni estable ni homogéneamente en toda la masa, lo
que provoca que en algunas partes haya sobrecalentamiento y en otras sea
insuficiente, o sea, partes quemadas y otras crudas.
“La solución resuelve esa exigencia pues el horno gira a la velocidad indicada al tiempo que alarga los años de explotación del equipo”.
“La solución resuelve esa exigencia pues el horno gira a la velocidad indicada al tiempo que alarga los años de explotación del equipo”.
¿Considera que sea útil la existencia de un marco regulatorio
donde se expongan y compartan las experiencias de los autores que como usted ha
creado un método tecnológico susceptible de ser generalizado?
“Es muy importante
que haya un espacio oficial donde se expongan las soluciones que puedan servir
a la provincia y al resto del país. Esto es muy saludable. Hoy mismo hemos
acordado introducir mi experiencia en otras localidades, pero además hay otro
valor agregado, y es que las personas que siempre estamos detrás de solucionar
los problemas que presenten las entidades económicas e incluso sociales, nos
nutrimos de los demás, así que el saldo es más que positivo”.
El entrevistado se
refiere al encuentro de generalización de piezas de repuesto que, auspiciado
por la Comisión provincial del Fórum de Ciencia y Técnica, sesionó en la
Sociedad Cultural José Martí, sita en calle 17 y D, en El Vedado habanero, al
cual fueron citados los ponentes autores de trabajos relevantes, jefes
administrativos a los niveles municipal y provincial en el área de los
servicios a la población y de los presidentes de las comisiones del fórum de
los municipios.
Más allá del efecto
económico, la sustitución de fornallas de los hornos de panaderías se destaca
por el impacto social que representa garantizar la venta de un producto básico
en la alimentación de la población como lo es el pan.
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