Miedos y adicciones: la tecnofobia y la tecnofilia


(Foto: frankzr.blogspot.com)

Autora: Zoila Lorente

En pleno siglo XXI está fuera de cualquier discusión la utilidad de la computadora, sin embargo, se presenta una interrogante que nos hace recapacitar acerca de los hábitos informáticos y, en general, tecnológicos.


La siguiente reflexión va del paso del lapicero al mouse, y de la libreta a la tablet o laptoc.

Las relaciones entre la técnica y la educación son conflictivas desde el inicio de la historia de la humanidad.

Para aquel gran sabio que fue Platón, nada puede sustituir al habla viva, ni a la palabra dicha, cargada ésta de la interioridad de quien la dice, y que además es transmisora de su historia, su memoria y su verdad.

¿A qué denominamos tecnofobia? Concretamente sería el miedo a las tecnologías, o mejor aún, a una determinada tecnología. ¿Quién podría padecer de este mal?

Hay quien le tiene miedo a los elevadores, a los insectos o a  determinadas prácticas. Asimismo, cualquiera podría tenerle fobia a un juego de computadora o a un sonido que genere determinada tecnología.

En los tiempos actuales es muy común encontrarnos a un niño o adolescente que prefiera jugar frente a su PC y estar horas y horas matando animados tecnológicos, que cogerle miedo a las armas que estos usan, o en el peor de los casos: niños que prefieren estar frente a su ordenador, que hacer las tareas de la escuela o comer.

A partir de ahí pasamos de la tecnofobia a la tecnofilia, término moderno que alude a una nueva adicción: la de las tecnologías, convirtiendo a quien la practica en un enfermo y siendo más vulnerable la población adolescente.

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