Oxígeno de Gisachy Saura: Un llamado artístico a cuidar el ambiente natural

Gisachy Saura Huet. Fotos: Gilberto González García
Autor: Gilberto González García


Un llamado al cuidado del medio ambiente es la exposición de artes plásticas Oxígeno, del pintor Gisachy Saura Huet, abierta en el centro cultural Calasanz, adjunto a la parroquia de San Judas y San Nicolás, ubicada en el municipio de Centro Habana.

La muestra la componen 11 obras de pequeño y mediano formato realizadas con técnica mixta sobre lienzo y cartulina, marcadas por la monocromía en lo que constituye un giro sustancial en la obra de este artista que se caracteriza por una amplia gama de colores.
También se aprecia una exploración temática en el campo de la ecología a cambio de un trabajo anterior centrado en la arquitectura y el paisajismo urbano fundamentalmente.
Con menor intensidad, permanece en estas nuevas obras de Gisachy la tendencia al empleo de figuras geométricas en la composición de sus cuadros, aunque en esta oportunidad, menos angulosas.
En entornos que van del negro al blanco en toda la gama de los grises, resaltan las figuras humanas o sus partes, con sus colores naturales como para salvar las distancias pero bajo la alerta de que el ser humano también es proclive a deteriorarse al igual que su entorno, aunque que expresa la posibilidad de un cambio para mejor.
Se precia también en los cuadros que forman la muestra Oxígeno la presencia de teclados de piano, curvos o muy estilizados en una clara alusión a la obra del músico Jean Michel Jarret.
La inauguración de la exposición contó con un performance de la instructora de arte Yudelsis Frómeta, trabajadora de la casa de cultura Julián del Casal, del municipio de La Habana Vieja, quien demostró con su danza cómo los seres humanos podemos romper con varios siglos de prácticas contaminantes y aún recuperar la pulcritud de nuestro planeta.
El padre Lenin Bohorquez, párroco de la iglesia y director del centro cultural, elogió la obra de Saura Huet y dijo que era un llamado a la conciencia de las personas, especialmente de los residentes en el barrio que rodea al templo, uno de los asentamientos poblacionales desfavorecidos por los sucesivos gobiernos antes de 1959 y que se formó en gran medida por esclavos emancipados, comerciantes de poca posición económica y otras personas que por su extracción humilde y con bajo nivel cultural.
“El centro cultural Calazanz –explicó el sacerdote– cuenta con más de 10 años de funcionamiento. Ofrece a los vecinos cursos de idioma inglés, computación, música y repasos escolares y actividades lúdicas; además de servir de espacio a exposiciones y otras actividades culturales y educativas”.
Aclaró que abre sus puertas de lunes a viernes entre las 3:00 p.m. y las 7:00 p.m. (15:00 a 19:00 hora local) hora en que se reserva a los mencionados cursos. Los fines de semana funciona en la sesión matinal.
El centro honra a San José de Clasanz, quien se destacó por su trabajo como educador y fundó la primera escuela gratuita de Europa, hacia 1597, en la sacristía de la iglesia Santa Dorotea, en el Trastévere romano.
La iglesia de San Judas y San Nicolás, ubicada en la llamada plazoleta de Antón Recio, en Centro Habana, está consagrada también a San Marón, fundador del rito católico que lleva su nombre y el que es practicado fundamentalmente por cristianos de origen árabe.
Su ubicación en ese lugar obedece a que en esa zona se asentaron emigrantes de las nacionalidades  árabes que arribaron a La Habana en busca de fortuna y formaron una congregación en esa parte del actual consejo popular Los Sitios.
Performance a cargo de Yudelsis Frómeta.
Una de las obras expuestas.

La exposición Oxígeno, del pintor Gisachy Saura Huet, podrá ser visitada por el público interesado hasta finales del mes de marzo.

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