Hacia la eficiencia del sistema aduanal en Cuba

Autora: Caridad Labrada Curbelo   

La Aduana del Puerto de La Habana es una unidad independiente que actúa bajo la dirección de la Aduana General de la República, integrada al interés gubernamental de elevar la eficiencia de las operaciones marítimo-portuarias, como parte del proceso transformador de la economía en Cuba.


En su doble propósito de resguardar la sociedad socialista y la economía nacional, el momento actual demanda mayor jerarquización del cumplimiento de la política comercial, el enfrentamiento a la evasión fiscal y otros fraudes económicos, además de ser un puente seguro de información estadística sobre Comercio Exterior y recaudación de ingresos al presupuesto, establecidos en la política del Estado.

Con el objetivo de proteger la sociedad socialista, existe un respaldo jurídico que cuenta con el apoyo de organismos, como el Ministerio del Interior (MININT), que actúan rigurosamente ante el tráfico ilegal de armamentos, explosivos, drogas y sustancias precursoras, objetos del patrimonio cultural, especies protegidas y otros.

Por múltiples razones, este trabajo se estructura y organiza verticalmente en un sistema nacional integrado por las Delegaciones Territoriales de Aduana y las Aduanas, desde donde se realizan los controles aduaneros.

Cabe destacar entonces, la excelente relación establecida entre la Aduana del Puerto de La Habana y el Ministerio del Transporte (MITRANS), que desde el triunfo de la Revolución, en enero de 1959, laboran de conjunto por la consolidación de proyectos de alcance económico nacional.

Las coordinaciones con las autoridades portuarias del país son necesarias para poder cumplir las regulaciones vigentes y los intercambios del sector, trazados en cierta medida por la cartera de transporte, cuyo objetivo fundamental es hacer llegar a su destino las mercancías entrantes a la isla.

De esta forma, la Aduana fiscaliza y regula las relaciones que intervienen en el control de las estadías de cargas para reducir el tiempo de almacenaje y aplicar medidas administrativas cuando se sobrepasan los 30 días de estancia en el puerto; asimismo, se inspeccionan las tripulaciones nacionales y foráneas de buques de carga que desarrollen comercio internacional.

Preciso es subrayar la estrecha y perenne labor de la Aduana y las fuerzas de orden interior, para enfrentar el contrabando, el narcotráfico, las actividades ilícitas de comercio de armas y explosivos y los actos terroristas; además de proteger las especies en peligro de extinción de la flora y la fauna autóctonas, preservar el patrimonio, los valores nacionales y el medio ambiente.

Gracias a la informatización y a la nueva legislación, el trabajo de despacho aduanero forma parte del Sistema de Control Estatal que prioriza los trámites y procedimientos administrativos, frente a otras formalidades de tipo social, además de favorecer la extracción de las cargas llegadas al puerto, sin desestimar el control de la entrada de pasajeros a la isla caribeña.

La estrategia funcional exige, por tanto, un mayor compromiso personal y colectivo de quienes laboran para darle seguimiento y agilización a los trámites, hacia la eficiencia del sistema aduanal en Cuba.

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