La Gitana Tropical honra a los guardianes del legado de Compay Segundo

En el 118 aniversario de su natalicio, la distinción concedida a tres músicos de su agrupación subraya cuán viva está la llama del son cubano para el mundo

Con la Gitana Tropical, máxima distinción cultural de La Habana, fueron reconocidos (de izquierda a derecha) los músicos Inciarte, Garzón y Hanskell. Foto: Lissette Martín
Por: Lissette Martin

La imagen de un hombre a tamaño natural preside la entrada de la casa #103, de la calle 22, en la barriada habanera de Miramar.

Viste elegante, con traje oscuro y el sombrero que siempre le acompañó. La sonrisa perenne, -sinónimo de una existencia fecunda-, de Máximo Francisco Repilado Muñoz, parece vigilar el espacio donde residió sus últimos 18 años, un sitio que, en el 118 aniversario de su natalicio, volvió a latir con su inmortal impronta. 

La Casa Museo Compay Segundo, donde se conservan cuidadosamente sus objetos personales, instrumentos, discos y premios, fue el escenario para conceder la distinción Gitana Tropical a tres pilares de la agrupación que mantiene vivo su legado: Hugo Garzón Bargalló (voz líder y percusión menor) y los clarinetistas Rafael Inciarte Rodríguez y Haskell Armenteros Pons.

“Este lugar, cerca del mar, le recordaba a Siboney, en su natal Santiago de Cuba. Aquí compuso obras como La flor de la vida y también recibió a muchos amigos del mundo”, compartió Salvador Repilado Labrada, hijo de Compay y director de la agrupación.

El reconocimiento, otorgado por la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, a propuesta de la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Ignacio Piñeiro, sirvió para enlazar el ayer con el hoy. 

La agrupación de Compay Segundo mantiene el legado del maestro fundador y sigue atrapando audiencias globales. Foto: Cortesía Casa Museo Compay Segundo.

Salvador Repilado evocó dos hitos cimeros: la presentación en las ruinas romanas de Baalbek, Líbano, en 1999, y la histórica actuación para el Papa Juan Pablo II en el Vaticano en el 2000, donde un Compay de 92 años coronó su papel como embajador universal del son.

Para los galardonados, el lazo con el maestro fundador convierte el premio en un honor aún mayor. Hugo Garzón, con tres décadas en la música tradicional, valora el privilegio de haber compartido escenario con él creador del Chan Chan y dar continuidad a su obra. Mientras, Rafael Inciarte y Haskell Armenteros coinciden en que la Gitana Tropical no distingue a tres, sino que celebra la entrega unánime de los nueve músicos que, junto a su director, siguen resonando y cautivando audiencias globales.

La celebración por la vida de Compay Segundo (1907-2003) no concluye aquí. Para diciembre se anuncian presentaciones en Trinidad y La Habana; asimismo, se prevé exponer una muestra de imágenes que recogen el andar del legendario integrante del Buena Vista Social Club, quien desde la eternidad sigue conquistando el mundo.

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