Plena vigencia del pensamiento emancipador del Programa del Moncada (+ Audio)

El pensamiento martiano fue tomado como bandera de lucha para conquistar la verdadera independencia de la Patria. Foto tomada de la red social X.

Por: Leonel José Pérez Peña

El pueblo de Cuba conmemora este sábado el aniversario 72 de los hechos gloriosos del 26 de julio de 1953, que si bien no se lograron los propósitos militares en aquella mañana de la Santa Ana, sirvió como bandera de lucha para la continuidad de la Revolución iniciada el 10 de octubre de 1868.

Los jóvenes de la mencionada gesta, encabezados por el doctor Fidel Castro Ruz, cumplieron uno de sus objetivos, no dejar que el Apóstol, José Martí, muriera en el año de su centenario. Y para el pueblo cubano era vital mantener vivo el pensamiento martiano, el más profundo por sus raíces humanistas, y el cual fue tomado como bandera de lucha para conquistar la verdadera independencia de la Patria.

Cuando el Comandante en Jefe declara el carácter socialista de la Revolución, no fue una mera improvisación, sino la expresión radicalizada de un pensamiento emancipador, fomentado en el ideario de nuestro Héroe Nacional y otras corrientes filosóficas, que ponían a los desposeídos como protagonistas de sus propias transformaciones económicas y sociales.

El doctor en Ciencias Filosóficas e Históricas Alberto Velázquez, estudioso de este fenómeno, asegura que el pensamiento martiano se constituye en bandera de lucha del pueblo revolucionario cubano, debido a que es el más profundo y tiene como esencia un humanismo de nuevo tipo, basado en la libertad real, que busca la libertad de todos los derechos desde la cultura.

Ese pensamiento emancipador de Martí, actualizado por otras corrientes filosóficas más contemporáneas y de un profundo sentimiento humanista conllevan a Fidel Castro a declarar que en el Movimiento 26 de Julio estaba el germen de la Revolución socialista, como el único modo de implementar todos los derechos del pueblo.

En el presente audio puede escuchar las declaraciones del doctor Velázquez y un fragmento del discurso del Comandante en Jefe el 16 de abril de 1981:

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