Foto: JIT.
Por: Tony Díaz
Establecida en el municipio del Cerro, La Habana, Batos ha acompañado a generaciones de atletas cubanos. De sus talleres han salido guantes, pelotas, bates, balones y uniformes que han vestido desde escolares hasta campeones internacionales. Su huella es imborrable en la historia del deporte revolucionario.
En las décadas del 70 y el 80, la empresa vivió su máximo esplendor, contribuyendo de forma masiva al fomento deportivo. Luego, en los años 90, superó las dificultades del Período Especial gracias al esfuerzo colectivo de sus trabajadores y su conexión con el sistema deportivo nacional. Fue una etapa de sacrificio, pero también de supervivencia digna.
El siglo XXI trajo una etapa prometedora de desarrollo que se vio interrumpida por la Covid-19, el recrudecimiento de medidas infrahumanas del gobierno de Donald Trump y una profunda crisis económica mundial.
Actualmente, la empresa se articula con políticas que impulsan a la empresa estatal socialista y promueven nuevas formas de gestión. Busca alianzas con MIPYMES y asociaciones económicas, además de proyectos de inversión extranjera. Uno de ellos contempla la creación de una fábrica de zapatillas deportivas dentro de su planta.
A sus 60 años, Batos sigue siendo una marca nacional de referencia. Con el reto de modernizarse sin perder su esencia, reafirma su compromiso con el país y con el deporte cubano. No es solo pasado ni presente: es, sobre todo, una apuesta firme por el futuro.
En las décadas del 70 y el 80, la empresa vivió su máximo esplendor, contribuyendo de forma masiva al fomento deportivo. Luego, en los años 90, superó las dificultades del Período Especial gracias al esfuerzo colectivo de sus trabajadores y su conexión con el sistema deportivo nacional. Fue una etapa de sacrificio, pero también de supervivencia digna.
El siglo XXI trajo una etapa prometedora de desarrollo que se vio interrumpida por la Covid-19, el recrudecimiento de medidas infrahumanas del gobierno de Donald Trump y una profunda crisis económica mundial.
Actualmente, la empresa se articula con políticas que impulsan a la empresa estatal socialista y promueven nuevas formas de gestión. Busca alianzas con MIPYMES y asociaciones económicas, además de proyectos de inversión extranjera. Uno de ellos contempla la creación de una fábrica de zapatillas deportivas dentro de su planta.
A sus 60 años, Batos sigue siendo una marca nacional de referencia. Con el reto de modernizarse sin perder su esencia, reafirma su compromiso con el país y con el deporte cubano. No es solo pasado ni presente: es, sobre todo, una apuesta firme por el futuro.
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